Europa extiende la norma contra el fraude a nuevos productos de multipropiedad
La comisaria europea de Protección al Consumidor, Meglena Kuneva, ha propuesto una norma para defender al turista y reforzar su protección ante posibles estafas en el uso de la multipropiedad y los clubes vacacionales. La nueva ley vendrá a sustituir a la directiva existente que data de 1994, y que tiene algunas lagunas.
La normativa prevista incluye nuevos productos como los clubes de vacaciones o las vacaciones por turno en buques de crucero o caravanas. 'Han llegado al mercado muchos productos nuevos que no están cubiertos por la normativa vigente y conviene incluirlos', dicen fuentes de la Comisión.
Esta industria de propiedades compartidas en uso representa más de 10.500 millones de euros, y da empleo a 40.000 personas en toda la UE.
La ley vigente permite a los consumidores el derecho a una información precisa y a cambiar de idea y retractarse, y prohíbe el cobro de anticipos. La nueva ley viene a llenar las lagunas existentes de la actual.
Para Bruselas 'la normativa ha funcionado bien dentro de sus limitaciones', pero los promotores de estos productos vacacionales 'siguen ejerciendo mucha presión en las ventas. Estas prácticas poco éticas ensombrecen la reputación de los operadores que son honestos'.
Las nuevas propuestas proporcionan 'normas claras y sencillas para los profesionales serios y darán una auténtica tranquilidad a los consumidores que contratan las vacaciones soñadas'.
Según los datos de Bruselas, Reino Unido, Suecia, Alemania, Italia y España son los países con un mayor número de consumidores que contratan este tipo de vacaciones. En España, Portugal, Alemania, Italia y Francia el sector tiene una gran importancia desde el punto de vista económico mientras que República Checa, Hungría y Polonia constituyen mercados emergentes.
La directiva de 1994 obliga a los promotores a dar a los clientes un folleto informativo antes de firmar un contrato, establece un periodo de reflexión de al menos diez días durante los cuales el comprador puede cambiar de idea y prohíbe a los vendedores cobrar anticipos durante el periodo de reflexión, informa Europa Press.