...y manteles que ayudan a cerrar negocios
El parisino Maison Blanche, el restaurante más distinguido
El impecable Maison Blanche, en el número 15 de la avenida parisina Montaigne, ha sido elegido por la revista Forbes como el mejor lugar del mundo para entablar relaciones sociales y hacer negocios en torno a una mesa. Regentado por los gemelos Jacques y Laurent Pourcel, fundadores del reputado Le jardin des sens, en Montpellier (tres estrellas Michelin en 1998), el restaurante puede presumir tanto de cocina como de las impresionantes vistas sobre París.
En su bodega, un vino del Priorat, el único español, marca 95 euros: Les Terrasses 1999, de Álvaro Palacios. Y entre sus menús, el más asequible es una receta que firmaría cualquier doctor: un plato con cinco verduras de temporada y un postre elaborado con cinco frutas, también del tiempo, por 30 euros. Todo un homenaje al lema del local: 'Por su salud, consuma cinco verduras y cinco piezas de fruta diarias'.
La lista de Forbes tiene hueco por primera vez para dos locales chinos: el Cepe, en los bajos del hotel Ritz de Pekín, se ha colado en el cuarto puesto; y el The China Club de Hong Kong, en el rascacielos que fue sede del Banco de China, merece la octava posición por sus postres.
Siguiendo el orden establecido, tras Maison Blanche aparece Antica Trattoria della Pesa (Milán), el tercer lugar lo ocupa Nomi (Chicago), cuarto es el citado Cepe, la pizzeria Mozza (Los Ángeles) está en mitad de la tabla, el sexto puesto corresponde a The Oval Room (Washington DC), el londinense The Ivy es el séptimo, y las tres últimas plazas del top ten elogian a The China Club, al indio Jamavar (Bangalore) y al Four Seasons de Nueva York.
Encontrar mesa en uno de los diez es como para felicitarse, pero la buena cocina no se acaba aquí. 'Lo importante en una comida de negocios es no improvisar con el sitio', sostiene Mariana Jara, autora de Los mejores Restaurantes de negocios (Ed. Debolsillo). Su obra pasea por los 80 restaurantes de Madrid y Barcelona más apropiados para cautivar a un invitado. Entre ellos, clásicos como Jockey y Vía Veneto; innovadores como Olsen, o con la solera de Casa Leopoldo. 'Mis favoritos son Santceloni en Madrid e Hisop en Barcelona', reconoce Jara.
Elegir restaurante en función del comensal, conseguir una mesa con espacio alrededor, evitar locales muy silenciosos y no centrarse en los negocios hasta los postres, son algunos de los consejos a seguir cuando la comida es de trabajo. En el apartado del vino, según Jara, la norma del buen anfitrión es no mirar ni entre los tres más caros ni entre los tres más baratos de la carta. Y tampoco se debe pecar de excesiva cortesía: a veces ceder la elección del vino al invitado puede ponerle en un aprieto.