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CincoSentidos

Los mejores hoteles de Europa para hacer negocios

Los mejores cinco estrellas urbanos de Europa compiten en tecnología, instalaciones y servicios a la carta para el cliente de negocios.

Si a usted no le inspira un hotel cápsula, donde se pone a prueba la resistencia a la claustrofobia de los ejecutivos japoneses, ni está dispuesto a celebrar sus reuniones de trabajo en establecimientos pensados para familias, puede encontrar su segundo despacho o sala de consejos en los mejores hoteles de negocios de Europa.

La organización de los World Travel Awards, instaurados en 1993 para premiar la excelencia en la hostelería, ha reunido a los más destacados del año en una lista de 19 establecimientos enfocados al ejecutivo. Curiosamente, la mayoría se mantiene en la cima a pesar de las tendencias. 'Hoy se vende diseño y una oferta diferencial que deja a muchos clásicos europeos cerca de parecer rancios', señala Eugenio de Andrés, socio director de la consultora Tatum, 'el problema de los nuevos cinco estrellas es que ofrecen un trato demasiado lejano, cuando el ejecutivo simplemente quiere sentirse como en casa'.

En la lista apenas hay sitio para la vanguardia y ni un solo resquicio para la sencillez. Los países del emergente Este se alzan con cuatro nominaciones: Athenne Palace de Bucarest (Rumanía), Carlos IV de Praga (República Checa), el polaco Intercontinental Warsaw y el ruso Baltschug Kempinski de Moscú. Dos españoles, El Arts de Barcelona y el Intercontinental de Madrid, optan al premio que se entrega en octubre. Los exclusivos Four Seasons de Ginebra (Suiza) y Milán; el Conrad y Hilton de Bruselas; el Adlon Kempinski, que cumple 100 años junto a la puerta de Brandemburgo (Berlín); y el parisino Intercontinental Grand Hotel, en el que se esconde uno de los mejores restaurantes de la capital gala, son otros nominados.

Todos alardean del encanto y comodidad que escasean entre los hoteles urbanos. Al tiempo, han hecho evolucionar sus comunicaciones, salones y servicios a la medida de huéspedes que siguen trabajando cuando el reloj marca las 20,00 horas o reciben a sus contactos allí donde duermen.

Otra demostración de adaptación al cliente de empresa está en los plazos de preparación de eventos: 'Una gran cita empresarial en un hotel de negocios se gestiona con un margen de hasta 18 meses, aunque, cada vez más, se trabaja con dos semanas de plazo', dice Rosemary Trigg, relaciones públicas del Arts de Barcelona. Con 44 plantas en pleno Port Olimpic, el hotel debe el 65% de sus entradas al cliente de empresas, que es atendido por personal especializado y para el que el hotel no escatima en campañas de marketing por Europa y EE UU.

La estadística dice que los ejecutivos tienden a ahorrar en vuelos, abundan cada vez más en estaciones de tren y empiezan a medir los gastos de alojamiento. 'Los cinco estrellas quedan para la alta gerencia, mientras los cargos intermedios optan cada vez más por hoteles de tres y cuatro estrellas', subraya Ignacio Asín, director general en España de la firma especializada en viajes de negocios BCD Travel. Bajo su punto de vista, la clave en la elección de un buen sitio para dormir y trabajar es primar la calidad por encima de la ostentación.

Ciñéndose a España, Diners Club calcula que ocho de cada diez desplazamientos de ejecutivos españoles se realizan aún dentro de las fronteras del país: el 78% con origen o destino en Madrid y el 51% en Cataluña. La regla general es buscar la elegante discreción. Los World Travel Awards van a premiar este año la elegancia, mientras la evolución de la demanda parece apostar por lo discreto, al menos en los precios.

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