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Tribuna
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Europa del Este, en el punto de mira inmobiliario

Las economías de los nuevos países de la UE están en expansión, y con la ayuda de los fondos comunitarios crecerán aún más. Es la tesis de la autora, que considera éste un buen momento para que las inmobiliarias españolas diversifiquen riesgos y acudan a estos nuevos mercados.

Durante los últimos 15 años, las inmobiliarias españolas han gozado de la bonanza del mercado que les ha permitido experimentar un crecimiento sostenido año tras año, pero todo indica que el ciclo inmobiliario ha tocado techo y para mantener la tendencia es necesaria la expansión a otros mercados. Las empresas que han alcanzado suficiente masa crítica han de demostrar a los accionistas que aúnan tanto buena estrategia como rentabilidad y capacidad de diversificar el riesgo, y es por eso que las inmobiliarias tienen la vista puesta en los mercados de Europa del Este donde hay potencial de expansión.

Los países del Este han despertado del letargo de años de comunismo y han captado el interés del empresariado español. Países como Bulgaria o Rumanía, que acaban de incorporarse a la Unión Europea, recibirán gran parte de los fondos comunitarios que ayudarán al desarrollo e impulso de las infraestructuras y economías de Europa del Este. Esta inyección de fondos comunitarios permitirá, probablemente, un desarrollo de las economías similar al de España.

Uno de los primeros síntomas del progreso del Este es el desarrollo del mercado hipotecario, que ha contribuido de forma determinante a la expansión del sector inmobiliario. Para los inversores españoles el principal atractivo es el potencial de las economías en expansión y la garantía de riesgo limitado al ser Estados miembro de la Unión Europea.

Las barreras lingüísticas y culturales hacen imprescindible el apoyo de un socio local a la hora de hacer negocios

No son sólo las inmobiliarias las que tienen la vista puesta en esta zona del continente. Las empresas de otros sectores estratégicos como la construcción, la energía o la ingeniería ven en estos países mercados atractivos donde expandirse ahora que van a ser receptores de los fondos de cohesión de la Unión Europea para el desarrollo de las grandes infraestructuras como autovías, carreteras o aeropuertos.

En este contexto, creo que el mercado de fusiones y adquisiciones crecerá de forma significativa en Europa del Este. Las firmas independientes ya estamos muy activos en estos países gracias a la firma de acuerdos con empresas locales que permiten estar al tanto de las oportunidades que se presentan, además de aportar el conocimiento del tejido empresarial del país. Estos socios locales aportan el conocimiento tanto de las grandes compañías como de otras de menor tamaño que también son objeto de interés de las empresas españolas.

En Europa del Este, las barreras lingüísticas y culturales hacen imprescindible el apoyo de un socio local a la hora de hacer negocios, y ésta es la ventaja competitiva de los asesores financieros independientes respecto de los grandes bancos de inversión ya que, o bien no están presentes, o sólo tienen oficinas de representación. La asociación con firmas locales permite además acceder a operaciones de tamaño mediano que no interesan a los grandes bancos internacionales por los bajos honorarios.

Otro asunto a considerar a la hora de hacer negocios en Europa del Este es la seguridad jurídica de la zona. Creo que sí hay estabilidad, aunque es conveniente el asesoramiento de un buen despacho de abogados que conozca la legislación específica de cada país aunque la pertenencia a la Unión Europea obligará a los países del Este a converger en aquellas áreas de mayor diferencia.

En 2006, asesoramos a una empresa española en la compra de una de las ingenierías líderes de Polonia. Fue una transacción compleja ya que era una cooperativa de 100 accionistas, algo que complicaba la toma de decisiones por parte del vendedor. Las barreras lingüísticas, culturales y burocráticas obstaculizaron una operación que, después de un retraso de medio año, prosperó gracias a la ayuda de nuestro socio polaco. Para el año en curso hemos aprendido algo sobre la idiosincrasia de los europeos del Este, y esto, ayuda a trabajar de forma más eficaz.

Laura Satrústegui. Socia de Socios Financieros

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