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Banca

El Banco de España ensaya el nuevo modelo de transferencias de la UE

El Banco de España ya está testando con 22 entidades financieras el nuevo modelo de transferencias que ha impulsado la Comisión Europea. Su aspecto más polémico es que permitirá cargar una parte de los costes al receptor del dinero. Su uso se extenderá desde enero de 2008.

Miguel Moreno Mendieta

La unificación de los instrumentos de pago en la eurozona comienza a ser una realidad. El lejano proyecto de la UE de lograr que cualquier persona pueda pagar en toda la zona euro 'desde una única cuenta bancaria ' y de forma tan 'sencilla y segura como en el ámbito nacional', ya ha llegado a las sucursales españolas.

Los 22 principales entidades financieras miembros de Iberpay -el sistema nacional de compensación electrónica- han puesto en marcha un programa piloto para verificar el funcionamiento del nuevo modelo de transferencias, según fuentes del Banco de España.

En primer lugar, se está utilizando el estándar SEPA (zona única de pagos, en sus siglas en inglés) en algunas oficinas. En los próximos días empezarán a liquidarse transferencias en el sistema Iberpay. En caso de que el nuevo modelo de transferencias comunitario funcione correctamente, las entidades financieras podrán ofrecerlo a todos sus clientes a partir de enero de 2008.

Las principales diferencias con el sistema actual de trasferencias son: un aumento de cuatro dígitos en los habituales números de cuentas corrientes, y la inclusión de una cláusula de gastos compartidos. Este aspecto permitirá a los bancos cargar parte de los costes de la transacción al receptor del dinero.

A pesar de que algunas entidades ya han solicitado al Banco de España permiso para cobrar al beneficiario de una transferencia, buena parte de la industria considera que no llegarán a aplicarse. 'La tendencia en las políticas de precios es ir a tarifas planas y supresión de comisiones, no a la incorporación de otras nuevas', comenta un responsable de medios de pago.

Domiciliaciones y tarjetas

La creación de un modelo estándar de transferencias tan sólo es el primer peldaño de la SEPA. Entre 2008 y 2010, las cuentas bancarias, la domiciliación de recibos o las tarjetas de crédito vivirán una revolución del mismo calibre que la que experimentaron hace cinco años los monederos y las billeteras con la llegada del euro.

En el caso de los adeudos directos (domiciliación de nóminas, pensiones o recibos), la introducción de los nuevos estándares comunitarios va a retrasarse más de lo previsto, al menos hasta noviembre de 2009. Fuentes del Banco de España admiten que, con el nuevo sistema, las entidades podrían cobrar a sus clientes por recibir la nómina o la pensión, pero auguran que ninguna lo hará, dada la fuerte competencia.

Una de las quejas que plantea el sector ante la llegada del SEPA es la falta de voluntad política en la administración. A diferencia de la Comisión Europea, que va a exigir a los bancos que trabajen con ella que incorporen los nuevos instrumentos de pagos comunitarios, ningún organismo público español se ha interesado aún por incorporar los estándares SEPA.

En cuanto a las tarjetas bancarias, la zona única de pagos está obligando a incorporar el chip en todos los nuevos plásticos emitidos.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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