Los partidos eluden cifrar el coste de su oferta electoral
Si los programas precisaran de una memoria económica, las principales formaciones tendrían que revisar sus promesas
En los programas con los que las principales formaciones políticas concurren a las elecciones del domingo es difícil encontrar propuestas concretas adosadas a su coste económico, lo que hace imposible calcular el impacto que tendrían todas en conjunto sobre las arcas de cada gran ayuntamiento o comunidad. Más utópico todavía sería aspirar a precisar como condicionarán estos programas unos presupuestos que ya mueven más de 80.000 millones de euros en el ámbito regional y 40.000 en el municipal.
El problema de calcular el coste de cada oferta electoral es mayúsculo si se pone la lupa sobre ayuntamientos o comunidades concretas como la de Madrid y se agrava cuando se coloca sobre los programas marco defendidos por los principales partidos, huérfanos de toda concisión. En cualquier caso, tanto el PSOE como el PP, que gobiernan entre los dos las doce de las trece comunidades donde se celebran elecciones, coinciden en identificar los principales problemas ciudadanos, hacia los que dirigen el grueso de sus ofertas: la vivienda y el transporte sobresalen sobre el resto.
El PP ha prometido en la campaña que se cierra hoy viernes orientar todos los planes de urbanismo a la consecución de una mayor transparencia y a la puesta en el mercado de viviendas asequibles para los jóvenes. La presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha prometido construir 150.000 nuevas viviendas en régimen de alquiler con opción a compra para este sector de población, además de un programa de ayudas que cubriría hasta un 15% del precio de la entrada. Su contrincante electoral, el candidato socialista Rafael Simancas, se ha comprometido a construir en la legislatura 100.000 viviendas protegidas para jóvenes menores de 35 años, a precios que oscilarían entre los 95.000 y los 110.000 euros en caso de compra y entre 210 y 300 euros en el supuesto de alquiler. Simancas también ve posible sacar al mercado 30.000 viviendas vacías, de las 300.000 que se calcula hay en Madrid. A todas estas promesas les falta precisión sobre el coste que supondrían para el erario público.
Izquierda Unida ha sido algo más modesta en su oferta sobre vivienda en Madrid, limitándose a prometer la constitución de un parque municipal de alquiler en la capital que canalizaría hacia los jóvenes 75.000 pisos a precios que en ningún caso superarían el 30% de sus ingresos.
El transporte dentro y fuera de las grandes ciudades también ha sido objeto de atención prioritaria por parte de las principales formaciones políticas. Sobresale la oferta del PP de unir mediante el tren de alta velocidad todas las capitales de provincia, una promesa cuyo coste económico tampoco se cuantifica, y también los compromisos de los partidos en liza de abaratar los abono transporte, sobre todo para los jóvenes. En Madrid, el PP pretende extender el uso de este abono hasta los 23 años y construir 1.400 kilómetros de carriles para bicicletas, aunque en este caso su ofrecimiento tiene como horizonte el año 2016 y, por lo tanto, abarca más de dos legislaturas. Su oferta estrella para el Metro es llevarlo hasta Majadahonda y Las Rozas.
Los socialistas en Madrid no se han quedado atrás y han prometido la obtención del abono transporte totalmente gratuito por parte de los menores de 21 años y los mayores de 65. Además, Rafael Simancas aspira a promover el soterramiento de casi medio centenar de kilómetros de vías del tren de cercanías y a construir 235 nuevos kilómetros ferroviarios en la comunidad.
Por otra parte, las políticas sociales y de ayuda a las familias han sido ya asumidas por la derecha y la izquierda como algo consustancial a sus programas, aunque haya sido el PP la formación que más ha presumido de ellas durante la campaña. El PSOE se propone complementar en Madrid las pensiones más bajas con hasta 1.000 euros anuales y promover descuentos de hasta el 25% en la compra de artículos de primera necesidad por parte de los mayores de 65 años.
Aumento de la cuantía del 'cheque bebé'
La oferta familiar del PP madrileño incluye aumentar la dotación de la ayuda por el nacimiento o adopción de hijos desde los 100 euros actuales a los 300, además de prometer una bajada selectiva de impuestos, que no se concreta, para la ayuda a la enseñanza. Los socialistas madrileños optan por comprometer 3.000 millones de euros en cinco años para la construcción de escuelas infantiles, centros de primaria y secundaria. Además, aspiran a dedicar el 2% del presupuesto regional, algo más de 360 millones, al desarrollo de la cultura.
El mismo nivel de servicios públicos
El PSOE dedica un capítulo de su programa electoral al actual modelo de financiación autonómica, que considera claramente insuficiente para garantizar la equidad, la suficiencia y la solidaridad interterritorial. Los socialistas apuestan en su oferta electoral por un nuevo modelo que provea al conjunto de los ciudadanos que viven en los distintos territorios del mismo nivel de prestación de servicios públicos.El nuevo sistema, defienden los socialistas en su programa electoral, debe basarse en la creación de espacios fiscales propios en las comunidades autónomas, con el objeto de garantizar la corresponsabilidad fiscal.En su oferta municipal, los socialistas evitan precisar el modelo de financiación que proponen para los ayuntamientos, aunque mantienen su oferta de reformar la ley de Bases de Régimen Local para dar más protagonismo a las corporaciones locales. Con este propósito, se comprometen a impulsar la creación de los consejos de gobierno locales, a través de los cuales se haría oír la voz de los ayuntamientos en los proyectos legislativos que afecten a estas administraciones y se tramiten en las distintas comunidades.El PSOE defiende también la promulgación de una ley de Desarrollo del Medio Rural (actualmente en anteproyecto) destinada a proteger los intereses de los pequeños municipios.