Armonía y 'feng shui' en Solutions
De blanco inmaculado es el mobiliario con el que trabaja Lars von der Wettern, máximo responsable en España de Solutions Group, un holding de empresas especializadas en el sector turístico y desde el que se asesora en la creación de proyectos hoteleros, así como en la formación de profesionales. Alemán, de 36 años, llegó a España siguiendo el rumbo que le marcaba su trayectoria profesional y aquí se ha quedado.
Comenzó trabajando desde abajo en el Hotel Crowne Plaza Heidelberg. 'Quería ganar dinero para dar la vuelta al mundo. Tenía 20 años y pretendía estudiar Derecho, pero entré en el sector hotelero y ya no he podido salir de ahí', afirma. No le ha importado ser camarero de banquetes, si con ello conseguía su propósito: tener un amplio conocimiento de todas la tareas para poder entender los problemas de un hotel.
Cuando cumplió 25 años, empezó a soñar con montar un negocio propio. Pero no era fácil comprar un hotel, porque se necesita demasiada inversión, 'aunque vi que había un hueco en el campo de la asesoría del sector'. Todavía le quedaba un escaso trecho para conseguir dar rienda suelta a su vena emprendedora. Antes de ello, trabajó como director de estrategia comercial en el Hotel Holiday Inn de Madrid, para más tarde pasar a ocupar el puesto de director adjunto del Castellana Intercontinental en la misma ciudad.
El mobiliario elegido es de color blanco 'porque representa el fuego y es lo que hace que todo sea más productivo'
De ahí dio un salto a Malta, donde dirigió las obras y puso en marcha otro establecimiento de la misma cadena hotelera. Hace cuatro años se instaló como consultor independiente en Múnich y en Berlín. Un año más tarde regresó a Madrid, donde fundó Solutions HI y Solutions KM. Ahora se siente como en casa. 'Me gusta disfrutar de las pequeñas cosas y costumbres, y en España esto se puede hacer muy bien. Además, no me costó acostumbrarme a la forma de trabajar de los españoles. Me encanta, porque se fomentan las relaciones'.
Cuando llegó no hablaba ni una palabra de español, pero no fue problema. Lars von der Wettern se maneja perfectamente en este idioma. 'Llevamos tres años como empresa y estamos cumpliendo nuestros objetivos. Estamos creciendo y fichando a gente que aporte valor a la compañía'. Asegura que para posicionarse bien en el mercado son necesarios varios elementos, como un proyecto, una marca adecuada, buenas instalaciones y gente con talento.
La compañía ocupa un piso frente a la plaza de Felipe II de Madrid, bien ubicado. En la ornamentación de la oficina no se ha dejado al azar ni a la improvisación ningún detalle. Sigue los rituales que dicta el feng shui, el arte milenario chino que intenta armonizar todas las fuerzas energéticas del entorno con el ser humano. Con la ayuda de un experto, asegura, consiguió el equilibrio.
Eligió un mobiliario de color blanco 'porque representa el fuego y es lo que hace que todo sea más productivo'. La estancia ha de estar bien iluminada y ventilada. No hay que preocuparse porque Lars von der Wettern tiene tres balcones que dan a la calle. 'Soy adicto a la luz. Eso es algo que echaba de menos cuando trabajaba en hoteles, donde los empleados siempre somos los que peores espacios tenemos'. Tampoco puede haber, y no los tiene, muebles que corten el paso y que bloqueen la energía.
Es necesario eliminar las aristas, los cantos peligrosos o las cosas puntiagudas. Si se fijan en la fotografía, las mesas que hay en el despacho de este ejecutivo tienen formas redondeadas. Los puntos conflictivos los alivia con plantas verdes y orquídeas. Se considera a sí mismo un ejecutivo moderno y le gusta transmitir la imagen de que el trabajo es algo divertido. En su despacho suele tener una maleta abierta porque siempre está viajando. Es maniático del orden, precisamente porque confiesa que no lo es y tiene que hacer un verdadero esfuerzo para mantener cada cosa en su sitio. En su despacho lo ha conseguido.
Con el casco de obra a cuestas
Es su objeto fetiche. Cuando Lars von der Wettern decidió instalarse en España, lo primero que metió en la maleta fue un casco de obra, que le ha acompañado en los principales proyectos hoteleros en los que se ha participado, entre ellos la remodelación de los hoteles Intercontinental de Madrid y de Malta. 'Es algo simbólico, porque cuando creas un proyecto nuevo no sabes lo que te espera. Vas creciendo, contratas a gente, y al final ves cómo el hotel va cogiendo forma. Pasa igual con cualquier otro negocio'.Compagina su trabajo de ejecutivo con el de profesor de la Universidad Europea de Madrid. Y le gusta tener cerca las fotografías de los equipos con los que ha trabajado. 'Hay que dejar buen recuerdo allí donde vayas. Es mejor dejar amigos que enemigos. æpermil;se siempre ha sido mi lema'.También guarda todas las acreditaciones que ha ido acumulando a lo largo de las ferias y congresos a los que ha acudido. Entre sus aficiones asegura que le gusta pasar buenos ratos en compañía de amigos y hacer deporte que suponga esfuerzo físico, porque 'sudar me gusta'. Y el trabajo.