La maldición de Chrysler

El gran responsable de los males presentes de Chrysler es hoy un apacible (...) octogenario apasionado por las bicis eléctricas. Lee Iacocca, convertido en patrón de leyenda por haber enderezado al fabricante de automóviles en los ochenta, labró este renacimiento sobre un eslogan que hoy resuena aún (...): '¡Si encuentra un coche mejor, cómprelo!'.

Desde hace muchos años, los automovilistas estadounidenses le han tomado la palabra, abandonando los modelos (...) de Chrysler por vehículos menos voluminosos, con más prestaciones, más sobrios... y cada vez más de marca japonesa.

Tras nueve años de esfuerzos y varias decenas de miles de millones de euros evaporados, Daimler acaba de tirar la toalla. Para gran alivio de sus accionistas (...). Para el grupo alemán ya era tiempo de hacer una cruz sobre este sueño americano convertido en pesadilla. Para Chrysler, la maldición perdura. Si el nuevo accionista mayoritario es ajeno al mundo del automóvil, sus recetas para enderezar la empresa -reducción de costes y reorganización de la producción- tienen un aire de déjà-vu. La renegociación del convenio presagia una dura batalla (...), en particular sobre la financiación de las jubilaciones que gravan pesadamente las finanzas de Chrysler, como las de sus competidores General Motors y Ford.