Sacyr inicia el duelo judicial con Eiffage sin tener señales de la denuncia de la gala
Hoy comienza el duelo judicial entre Sacyr y la francesa Eiffage por la que ha lanzado una opa. Las dos constructoras están citadas en la primera vista oral por la denuncia del grupo español contra la gala por bloquear los derechos políticos de 89 accionistas españoles en la última junta. Si bien, Sacyr no ha recibido aún ninguna señal de que la denuncia que anunció su rival esté en marcha. Mientras, Eiffage recibió ayer la noticia de una multa por atentar contra la libre competencia.
La quinta constructora española y su participada francesa se ven hoy las caras ante el juez del tribunal de comercio de Nanterre, cerca de París. Es el primer capítulo de la denuncia que Sacyr interpuso el pasado 24 de abril contra Eiffage por el bloqueo en la junta de accionistas de hace dos semanas. La constructora gala suspendió los derechos de voto de 89 accionistas españoles, lo que provocó que la española no lograra más votos que los suyos y quedara, por segunda vez en un año, vetada para entrar en el consejo de Eiffage. Sacyr es el primer accionista con el 33,32% del capital.
En principio, la vista no arrojará grandes novedades más allá de la fijación de un calendario y el marco del proceso, según fuentes conocedoras del contencioso. Sin embargo, es probable que Eiffage intente pedir una especie de prórroga con la excusa de aportar documentos, según apuntaba ayer la prensa francesa.
En cualquier caso, se prevé un proceso largo que puede enturbiar la oferta pública de adquisición (opa) que el grupo que preside Luis del Rivero lanzó por el 100% de Eiffage justo después de fracasar en su intento de nombrar cinco consejeros en la junta del pasado 18 de abril. El folleto de esta oferta aún tiene que ser aprobado por la Autorité des Marchés Financiers (AMF) que tenía hasta el pasado día 3 para decidir y ha prorrogado el plazo. También tendrá su papel en el proceso judicial.
La constructora francesa puede pedir una especie de prórroga para alargar el litigio iniciado por el grupo español
En paralelo, hay una contradenuncia que anunció Eiffage el mismo día que Sacyr. Sin embargo, el grupo español no ha recibido citación ni ninguna otra señal que indique que el escrito ha empezado a tramitarse en el Tribunal de Alta Instancia (TGI) de París, según las citadas fuentes. El grupo que preside Jean-François Roverato denuncia a su primer accionista por presunta concertación con los 89 accionistas españoles que antes de la junta compraron el 17,5% del Eiffage en pequeños paquetes.
Siete años de 'entendimiento'
La tercera constructora francesa recibió ayer la noticia de una multa que le ha impuesto el Consejo francés de la Competencia. Eiffage, Vinci, Bouygues y otras nueve constructoras pagarán 47,3 millones por falsear la competencia en la renovación de institutos de la región de París. Entre 1989 y 1996, las empresas se pusieron de acuerdo para repartirse 88 contratos públicos por unos 1.500 millones, recordó el organismo en un comunicado, informa Efe. 'Las empresas se repartían los contratos antes de las licitaciones durante unas reuniones'. Ese 'entendimiento' duró siete años y supone que violaron 'deliberadamente' las reglas de la competencia y pudieron obtener 'indebidamente' márgenes muy superiores a los usuales.
Reacción sobre el informe FG
Sacyr emitió ayer un comunicado en el que asegura 'de forma categórica' que no ha tenido nada que ver con ningún informe sobre las supuestas irregularidades en la venta en 1996 de FG Valores, propiedad entonces del actual presidente del BBVA, Francisco González. Ese dossier salió a la luz en enero de 2005. El grupo que preside Luis del Rivero inició su intento de hacerse con el 3,1% del banco dos meses antes comprando menos del 1% directamente y coberturas financieras hasta ese 3,1%. Esta adquisición se realizó 'únicamente por el sentido económico y financiero de dicha inversión' con la intención de elevar el peso al 5%.Dado que el BBVA era uno de los principales bancos del país, Sacyr decidió informar de sus intenciones al Gobierno y al PP. En febrero, Sacyr tiró la toalla pero logró plusvalías de 148 millones.