Juan Béjar, el hombre clave de las infraestructuras en Ferrovial, se va a Citigroup
Juan Béjar, director general de Ferrovial Infraestructuras y vicepresidente ejecutivo segundo de Cintra deja Ferrovial tras quince años en el grupo. Así lo acaban de confirmar a Cinco Días fuentes próximas a la empresa. El ejecutivo, hasta el año pasado consejero delegado de Cintra, ha sido uno de los principales artífices técnicos de la mayor compra realizada por la constructora, la del primer grupo mundial de aeropuertos, el británico BAA.
Béjar, de 49 años y una larga trayectoria en el terreno de las infraestructuras, deja la segunda constructora española para presidir el nuevo fondo de infraestructuras del banco estadounidense Citigroup, con sede en Londres.
La salida de Béjar provoca, además, una reestructuración en la constructora que controla la familia Del Pino. Como director general de Ferrovial Infraestructuras, este directivo era el principal responsable de la división de aeropuertos con la joya de la corona, BAA, al frente. Ahora el sustituto será Iñigo Meirás, director general de la división de servicios del grupo.
El grupo controlado por la familia Del Pino ha designado consejero delegado de Ferrovial Servicios a Santiago Olivares, hasta ahora director del área internacional de Servicios y consejero delegado del negocio de 'handling'.
Tras estos cambios de perímetros, Ferrovial quedará estructurado en cuatro divisiones (Construcción, Servicios, Aeropuertos, y Aparcamientos y Autopistas.
Presión para subir las tarifas
Por otra parte, Ferrovial, que es la propietaria de BAA -que controla los principales aeropuertos británicos- lanzó hace unas horas por segunda vez una andanada contra el sistema de tarifas que quiere imponer el regulador británico. El grupo de construcción y servicios que posee la familia Del Pino organizó una presentación a analistas y la prensa para intentar echar abajo punto por punto la propuesta de la CAA, la Autoridad Civil de Aviación británica, para los tres primeros aeródromos de precio regulado: Heathrow, Gatwick y Stansted.
El sistema de precios y de rentabilidad máxima sobre el capital que planea la CAA ¢es inaceptable¢, ha afirmado Stephen Nelson, consejero delegado de BAA nombrado por Ferrovial. Según esta constructora, el regulador quiere evitar una gran subida para no encontrarse con la fuerte oposición de aerolíneas como British Airways, Ryanair o Easyjet, que critican la presunta posición de dominio de BAA. La propuesta fija una horquilla sobre el índice de precios minoristas que va del -2% al 8%, dependiendo del aeropuerto. Tampoco contenta a Ferrovial el retorno de capital permitido, en un máximo del 6,7%, inferior al del anterior quinquenio, ya que ¢no incentiva las inversiones¢.
El proceso de negociación de tarifas empezó en noviembre y acabará en marzo del próximo año con su implantación. De fondo, figura el papel clave de la Comisión de Competencia británica que investiga la posición de control de BAA en el mercado. Controla el 63% de los vuelos en Reino Unido.
La venta de Hochtief
Muchas noticias ha dejado hoy la constructora. Además, ha cerrado la venta a un consorcio liderado por Hochtief, empresa a alemana de la que ACS es primer accionista, su participación del 75% en el aeropuerto de Budapest por 1.924 millones de euros, informó hoy el grupo español de construcción, servicios e infraestructuras.
El consorcio comprador incluye a Caisse de Dépot et Placement du Québec, GIC Special Investments y a KfW IPEX-Bank.
En un comunicado, Ferrovial explica que la venta se ha llevado a cabo a través del operador británico BAA, titular directo de esta participación. La operación se ha realizado con un precio, incluyendo asunción de deuda, de 1.924 millones de euros, el mismo que pagó BAA en diciembre de 2005. De esta cantidad, 1.020 millones de euros se pagarán en efectivo y se destinarán a amortizar parte de la deuda que un consorcio liderado por Ferrovial adquirió para comprar el gestor británico BAA.
En octubre del año pasado Hochtief desveló negociaciones para comprar esta participación. La transacción se enmarca en la estrategia de la constructora y sus socios en BAA de centrar el negocio de esta compañía en el desarrollo de los aeropuertos del Reino Unido.