Empresas y científicos españoles, embarcados hacia Mercurio
Investigadores del CSIC participan en el desarrollo de la nave europea 'Bepi Colombo'
Para la comunidad científica, Mercurio ha sido tradicionalmente el planeta más anodino y complicado del sistema solar. Una roca en la que la temperatura oscila entre los 350o por el día y los 170o negativos por la noche. Abrasado por su cercanía al Sol -el planeta más cercano al astro-, ha sido muy difícil acercarse para investigar su composición, por lo que sigue siendo el menos conocido. Pero las nuevas tecnologías facilitan un acercamiento y han despertado en los últimos años la curiosidad de los investigadores. En 2004, la NASA envió la nave no tripulada Messenger, que llegará en 2011 a Mercurio. La Agencia Espacial Europea (ESA) se sumará al reto en 2013, cuando lance la Bepi Colombo (llegará en 2019 a Mercurio), con tecnología española incluida.
Un equipo del Instituto de Astrofísica de Andalucía en Granada, perteneciente al CSIC, participa en la elaboración del altímetro láser BeLA (su acrónimo en inglés) incorporado en la nave, que permanecerá en órbita durante un año. El BeLA, cuya construcción está liderada por la Agencia Espacial Alemana (DLR), medirá las alturas y profundidades del planeta. Los científicos españoles, con la ayuda de industrias nacionales, desarrollará y fabricará la fuente de alimentación con un coste de cuatro millones de euros, financiados por el Ministerio de Educación y Ciencia.
Los investigadores españoles quisieron sumarse a un desafío: actualmente los altímetros láser existentes en Europa pesan 200 kilos, pero el de la Bepi Colombo tiene que pesar sólo 12. Hasta ahora sólo la NASA lo ha conseguido, para la Messenger, pero el cómo es información de alto secreto y no transferible. 'El desarrollo de la nueva tecnología para conseguirlo fue el reto que nos atrajo. Comprimir algo de 200 kilos en 12 y además lograrlo con componentes que soporten situaciones muy adversas', asegura Luisa María Lara, responsable española del proyecto. Lara explica que les costó cinco meses convencer, junto a suizos y alemanes, a la propia ESA de que eran capaces de conseguirlo.
El objetivo español será conseguir que la corriente eléctrica del láser sea muy estable, a 28 voltios exactos. Para ello cuentan con materiales (convertidores, condensadores o resistencias) de la empresa sevillana Tecnológica. Esta compañía, constituida en 1986, es especialista en aprovisionamiento y ensayos de componentes electrónicos de alta fiabilidad para aplicaciones espaciales. La construcción final de la fuente de alimentación también será realizada en España. Luisa Lara explica que están en negociaciones con dos empresas, Cener y Crisa, y será una de éstas la que finalmente lo realice.
La misión, con un presupuesto total de 300 millones de euros, se lanzará desde la Guayana francesa, previsiblemente en un cohete ruso Soyuz. Bepi Colombo prestará atención al estudio geológico de Mercurio -el planeta más pequeño del sistema solar-, de su núcleo, de la exosfera que lo envuelve y de su débil campo magnético. Se harán decenas de experimentos que acerquen a los expertos a conocerlo mejor, pero también para extrapolar la información conseguida cuando otros planetas sean descubiertos en un futuro.