Más allá de la Bolsa española
Los asesores aconsejan apostar por Europa, ahora que el Ibex ha quedado rezagado
El pasado mes de abril fue testigo de un enorme diferencial de rentabilidad entre la bolsa española y el resto de principales plazas europeas hasta el punto de que la descorrelación parecía total en la última parte del mes. El resultado final fue una diferencia de rentabilidad entre los respectivos índices de referencia de un calibre que no se había visto desde el famoso año 2000, en el que se iniciaron las fuertes caídas bursátiles lideradas por los valores tecnológicos.
Así, mientras que el Ibex 35 se dejó un 1,82% en abril, el Cac 40 ganaba un 5,78% y el Dax 30 nada menos que un 7,11%. Tendríamos que remontarnos a algunos meses del año 2000 para ver diferenciales cercanos a estos. En aquel año el comportamiento de los índices de Bolsa española se situaron claramente por debajo de los europeos. Desde entonces el Ibex ha venido superando en todos los años al índice de referencia de la zona euro, el Dow Jones Euro Stoxx 50, excepto en el año 2005, aunque su peor comportamiento fue por un estrecho margen.
Este ciclo de mejor comportamiento tendrá que llegar en algún momento a su final y, de hecho, son muchos los que vienen pronosticándolo desde hace tiempo. Sin embargo, la realidad ha venido contradiciendo estas previsiones que se han probado apresuradas. Parecía que el año 2007 iba por esta misma senda, hasta que la llegada de unos datos de precios inmobiliarios moderados y la fortísima caída de Astroc arrastró a todas las inmobiliarias y al conjunto de la Bolsa española. La pregunta clave para muchos inversores es si ahora sí ha llegado el momento de salirse de la renta variable española y favorecer otras opciones como la renta variable europea. Esto mismo es en realidad lo que han venido recomendando numerosos y prestigiosos gestores y analistas en el último año.
La respuesta no está clara porque lo acontecido en los últimos días de abril puede haber sido no más que un necesario ajuste de las valoraciones bursátiles de numerosas compañías inmobiliarias. Las claves no son otras que los fundamentales económicos y los crecimientos de beneficios de las compañías cotizadas y en estos dos aspectos no hay datos definitivos que apunten a un final del mejor comportamiento español. Por ello, no era todo unanimidad en las recomendaciones de este año y algunos se desmarcaban de las mismas.
Los próximos meses van a ser decisivos para evaluar si la ligera desaceleración del crecimiento prevista se convierte en algo más o si los datos empresariales no sólo dejan de batir las previsiones sino que comienzan a presentar algunas decepciones. De comenzar a producirse estos hechos negativos es prácticamente seguro que la Bolsa española será una de las de peor comportamiento del continente, ya que la máxima bursátil de que todo aquello que ha subido con gran fuerza cuando cae también lo hace con más fuerza rara vez deja de cumplirse.
En cualquier caso, es importante ser conscientes que todos los ciclos tienen su final, y el de la Bolsa española posiblemente esta cerca, si no ha comenzado ya. Esto no significa necesariamente fuertes pérdidas, ya que las teorías catastrofistas también tienen poca base, si no que en el hipotético caso de una continuación del entorno de Bolsas globales alcistas, lo hará en menor medida que la alemana, por ejemplo.
El inversor nacional tiene cierta tradición de invertir directamente en acciones de Bolsa española aunque desgraciadamente, en no pocas ocasiones, movido por rumores, la búsqueda de chollos o recomendaciones poco profesionales. Sin embargo, la oferta de fondos de inversión que invierten en Bolsa española ronda los 130 y además tenemos la suerte de tener algunos grandes gestores de la misma como Gonzalo Lardiés o Francisco García Paramés. El primero ha sido premiado recientemente como mejor gestor europeo por Citywire, mientras que el segundo se ha situado desde hace tiempo entre los primeros y en esta ocasión en el puesto número 31.
Así, son numerosos los fondos que baten el Ibex 35 o el índice general, incluso con ganancias en este pasado mes de abril. La acertada selección de valores y la inversión en pequeñas y medianas compañías están detrás de estos resultados. Curiosamente, estos valores vuelven a desafiar pronósticos negativos y en abril el Ibex Small Cap y el Ibex Médium Cap rentaron un 0,10% y un -0,51%, claramente por encima del Ibex 35.