'Habrá acuerdo sobre las tasas de las tarjetas'
Encabeza Visa Europa desde hace un año. Aunque su división se mantendrá al margen de la salida a Bolsa del grupo, tiene otros toros que lidiar. Entre ellos, la polémica con Bruselas sobre las tasas de intercambio y la pugna por sustituir el dinero en efectivo.
La relación de Visa con Bruselas, en ocasiones tensa, se relaja. Hace un año, la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, cuestionaba la mera existencia de las tasas interbancarias. Ahora, las partes aproximan sus posturas. 'Las tasas de intercambio son la sangre que permite operar al sistema y la razón por la que este ha sido tan exitoso', subraya Peter Ayliffe, presidente de Visa Europa.
El directivo destaca el contacto periódico que mantiene su firma con los delegados de Bruselas. Estos llegan al máximo nivel. 'He visto a Neelie Kroes un par de veces recientemente y creo que estamos de acuerdo en que las tasas de intercambio son necesarias', indica.
Ayliffe admite que todavía desconoce cuál será la decisión de la Comisión Europea respecto al nivel de las tarifas interbancarias Sin embargo, se mostró optimista sobre el desenlace: 'En seis meses llegaremos a un acuerdo sobre cuáles serán sus requisitos'.
'El único obstáculo para sustituir el dinero en efectivo son los reguladores'
En otros aspectos, Visa no duda y lanza la pelota al tejado de Bruselas. La plataforma de medios de pago considera que la sustitución del efectivo por el dinero electrónico depende más de la Comisión que del propio sector financiero.
'Sinceramente, creo que se puede desplazar a los cheques y al efectivo. La gran pregunta es hasta dónde permitirán llegar los reguladores a la industria. Ese es el único obstáculo que veo a la hora de abandonar el dinero en metálico', sostiene Ayliffe.
En opinión del ejecutivo, las instituciones financieras, los reguladores y el sector de la distribución comparten un mismo objetivo: eliminar las monedas y los billetes. æpermil;stos representan un 80% de los desembolsos que se efectúan en el Viejo Continente.
'Todos queremos deshacernos del efectivo porque es caro', indica el presidente de Visa Europa. 'Por supuesto que, durante las negociaciones, los comerciantes argumentan que 'los bancos ganan mucho dinero' y nosotros defendemos nuestra postura con igual apasionamiento. Pero en el fondo quieren que la banca tenga beneficios para que pueda reinvertir en desarrollar los medios de pago'
Si para las tiendas el dinero electrónico resulta más barato y seguro, 'para los Gobiernos es bueno porque se puede trazar el origen y destino de las transacciones'.
En la firma de medios de pago consideran que las tarjetas sin contacto serán uno de los motores del cambio en la erradicación del efectivo. Estos dispositivos están ideados para atender las compras de menor importe. El usuario aproxima su plástico a un lector que, a través de radiofrecuencia, valida la compra. Sin firma, clave ni carné de identidad. Para evitar posibles fraudes, sólo están autorizadas por esta vía las transacciones más modestas.
Según Ayliffe, 'los Gobiernos no se muestran reacios a este tipo de tecnología. Esperan que sea el mercado quién se encargue de este cambio y sean instituciones como la nuestra quiénes actúen como impulsores'.
Este movimiento se encuadra dentro de las nuevas necesidades estratégicas de las entidades financieras. 'Todos los bancos se han fijado como objetivo incrementar la utilización de las tarjetas, más que emitir nuevas. Después de todo, en el mercado común hay más plásticos que personas', destaca el directivo.
Visa cuenta con sus propios objetivos. La compañía espera que, en 2015, uno de cada cinco euros gastados en compras al por menor en Europa sea desembolsado a través de alguno de sus productos. Actualmente, los 321 millones de plásticos de la plataforma son responsables del pago de uno de cada nueve euros en la región.
Respecto a la salida a Bolsa de Visa, anunciada el pasado octubre, Ayliffe prefirió callar y así no despertar los recelos de la Securities and Exchange Commission (SEC), el supervisor de EE UU.