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Presión

La patronal europea se opone al control portuario de EE UU

La patronal europea ha iniciado una potente campaña de presión sobre Washington para abortar una norma que obligaría a escanear todos los contenedores que llegan por barco a los puertos estadounidenses. Los empresarios temen que se dañe el comercio transatlántico.

La imposición unilateral y extraterritorial de sellar y escanear cada uno de los 11 millones de contenedores que llegan anualmente a EE UU causaría, según la patronal BusinessEurope, un enorme coste a las empresas y retrasos monumentales en las operaciones portuarias de carga y descarga.

El escaneo de cada contenedor llevaría como mínimo 10 minutos, según los datos de la Federación alemana de industrias recogidos por la patronal europea. En total, el control de los barcos más pesados, que pueden cargar hasta 10.000 contenedores, requeriría una supervisión adicional nada menos que de 1.600 horas. Casi 70 días de retraso en un medio de transporte que, según la Comisión Europea, cubre el 75% de los intercambios comerciales de la UE con terceros países.

'Es preocupante', se queja Carlos González-Finat, asesor de relaciones internacionales de BusinessEurope, 'porque los estadounidenses se habían comprometido a realizar, antes de legislar, una experiencia piloto en tres puertos internacionales para comprobar si son factibles esas obligaciones'.

Sin llevar a cabo esa verificación, la drástica medida se encuentra en estos momentos en periodo de negociación entre la Cámara de representantes estadounidense, que la apoya, y el Senado, que se ha manifestado en contra. En esta recta final, BusinessEurope se ha aliado con la Cámara de comercio estadounidense para intensificar la campaña en contra de la medida. 'Si se aprueba (...), amenaza con trastornar el flujo del comercio mundial (....) sin aumentar la seguridad', advierten las dos patronales en una carta conjunta dirigida el pasado mes de abril a los presidentes de los comités de seguridad del Congreso estadounidense.

Los empresarios temen que, incluso si se frena la medida a corto plazo, Washington fije la verificación del 100% de los contenedores como un objetivo a conseguir en tres o cinco años. La decisión, además, 'invitaría a otros países, incluidos los de la UE, a imponer un requisito recíproco a las exportaciones de EE UU'.

¿Quién decide que un contenedor es seguro?

Los puertos europeos, por donde pasan cada año más de 2.700 millones de toneladas de mercancías, reforzaron las medidas de seguridad después de los atentados del 11-S en EE UU. Aun así, apenas el 10% de los contenedores pasan un control exhaustivo porque la verificación se hace en base a un análisis previo de riesgo, inspeccionando sólo fletes sospechosos o de transportistas de dudosos. Washington, que ahora se conforma con este sistema, amenaza con exigir más allá de sus fronteras una vigilancia mayor. '¿Pero cuál es el estándar de seguridad en un puerto?', se pregunta Carlos González-Finat, de BusinessEurope. '¿Quién lo fija y quién valida su aplicación?'. No falta quien vislumbre a empresas de seguridad estadounidenses controlando puertos en terceros países.

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