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Motor

Tata reta a la industria del motor con un coche de 1.840 euros

Ford lanzó el T, el vehículo que motorizó a los norteamericanos; Hitler quería construir un coche para el pueblo, y por eso nació Volkswagen. Renault revolucionó al sector con el Logan, el coche de los 5.000 euros. Ahora, Tata busca su parking en la historia: el grupo indio proyecta un coche que costará 2.500 dólares, 1.840 euros.

El conglomerado empresarial Tata, el mayor grupo industrial de la India, quiere aprovechar las ansias de los indios y de los asiáticos de conducir su propio coche de cuatro ruedas aunque no cuenten con recursos suficientes. La compañía india proyecta lanzar al mercado en 2008 el coche más barato de la historia de la automoción, un vehículo que costará un lakh, una medida india que equivale a 100.000 rupias. Al cambio, este precio supone 2.500 dólares o 1.840 euros. El coche, según fuentes de la compañía en España, es una mezcla del Kia Picanto por delante y del Smart de DaimlerChrysler por detrás.

Este precio sería impensable para cualquier fabricante implantado en Europa o Asia, debido tanto a los salarios, a los altos costes de desarrollo para poder hacer frente a la competencia y a las exigencias medioambientales y de seguridad. Para otros países, sobre todo en Asia, la idea puede ser más que adecuada.

'Los indios quieren ascender de los vehículos de tres ruedas a los de cuatro', aseguró recientemente Girish Wagh, el responsable del proyecto en Tata Motors, a la revista estadounidense Forbes. 'Lo que ocurre es que no pueden permitírselo'. No en vano, el mercado indio del automóvil apenas es una sombra de lo que podría ser. China está en boca de todos, pero India presenta un potencial similar.

Este modelo está pensado para el mercado indio y para varios países de Asia

En 2005 se produjeron en el país apenas 1,26 millones de turismos y 362.755 vehículos comerciales. Cifras irrisorias para un país de 1.129 millones de habitantes. Actualmente, apenas siete de cada 1.000 indios posee un automóvil, y a pesar de que la industria ha crecido un 12% de media durante la pasada década, apenas se vendieron 1,3 millones de vehículos durante el ejercicio fiscal 2006, finalizado en marzo. En España hay 466 coches por cada 1.000 españoles.

Pero todo podría cambiar si se ofrece un producto adecuado. El Ace, el 'primer mini-camión de India', según la compañía, se lanzó en mayo de 2005 por un precio de 5.100 dólares, según Forbes. Este vehículo logró unas ventas de 100.000 unidades en apenas 20 meses, lo que obligó a la compañía a renunciar a otros colores que no fuesen el blanco para poder evitar retrasos.

Así que el parque de automóviles podría crecer mucho si los coches costasen lo mismo que los ciclomotores. En el país se vendieron unos siete millones de vehículos de dos ruedas el año pasado, a unos precios que oscilan entre 30.000 y 70.000 rupias (entre 543 y 1.267 euros). Probablemente, muchos de ellos prefieran pasarse a las cuatro ruedas, un símbolo de estatus social en el país.

La idea para crear este coche no sólo procede de la búsqueda de más negocio. El presidente del grupo, Ratan Tata, explican fuentes de la compañía en España, invierte unos dos tercios del beneficio en obras filantrópicas. 'La situación del transporte en la India es tal que muchas veces van familias enteras subidas a motocicletas', lo que eleva la mortalidad en la carretera. 'Este coche, de esta manera, forma parte de la voluntad del presidente de devolver a la sociedad india lo que le ha dado'. En una segunda fase, el coche podría recalar en otros mercados del sudeste asiático.

La división española de Tata, propiedad del grupo importador Bergé, persigue un objetivo similar: dirigirse a los núcleos de consumidores que cuentan con ingresos por debajo de la media, pero que necesitan un coche.

A ellos, no obstante, se le ofrecen coches con un precio algo más elevado. Modelos como el Indica, con un precio desde 6.673 euros, o el Safari, desde 15.600 euros. La filial se concentrará en colectivos como los estudiantes o a los inmigrantes, cuyo poder adquisitivo ya alcanza en muchos casos para plantearse la adquisición de un coche.

Los emergentes, la válvula de escape del sector

Lograr que todos los ciudadanos tengan un vehículo propio es el sueño de cada fabricante de coches. Y no precisamente por cuestiones filantrópicas, sino por el negocio que eso reportaría. Los mercados occidentales están cerca de esa meta. En España, hay cerca de 0,5 vehículos por habitante, según datos de Anfac y del INE. Por eso, buena parte de los grupos han decidido mirar a mercados menos maduros para poder incrementar sus cifras.Las principal esperanza de las grandes marcas tiene un nombre: BRIC, o sea, Brasil, Rusia, India y China. Estos son los mercados que están despertando a las bondades (y las maldades) de la automoción.La gran pelea se desarrolla en la actualidad en China, que ya ha adelantado a Alemania y ha ascendido al tercer lugar en importancia sólo superada por EE UU y Japón. Rusia se ha convertido en un mercado sumamente atractivo, dada su relativa cercanía y su nivel más avanzado de desarrollo. Pero, en cualquier caso, India será la siguiente meta. El país representó en 2004 el 2% del PIB mundial; cifra que se estima llegará al 5% en 2025 y crecerá hasta el 17% en 2050. Por eso, las empresas amplían capacidad en el país. La última, GM, que invertirá unos 222 millones de euros en la construcción de una nueva planta en la localidad india de Pune, en el estado occidental de Maharashtra, a unos 180 kilómetros al oeste de Mumbay (Bombay). Esta planta ensamblará el Chevrolet Spark, versión asiática del Matiz.

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