La lluvia altera la primera jornada del Open de España
El tiempo no acompañó durante la apertura del Open de España. La lluvia caída sobre Madrid hizo que las calles del Centro Nacional de Golf quedaran anegadas y que los 156 participantes soportaran un largo parón de cinco horas mientras se decidía cómo garantizar la celebración del torneo.
La competición se reanudó cerca de las 17 horas y sólo unos pocos pudieron completar los 18 hoyos. El estadounidense Notah Begay lidera la clasificación con 68 golpes, cuatro bajo par. Hoy, con la intención de recuperar el tiempo perdido, los golfistas comenzarán desde dos tees (1 y 10).
El Open de España, que este año cumple su edición número 81, es el segundo torneo más antiguo del continente. La organización corre a cargo de la Real Federación Española de Golf, que ha recuperado los derechos que tenía cedidos a Amen Corner, la empresa de Ballesteros.
La Junta Directiva ha devuelto el torneo a Madrid donde hacía diez años que no se celebraba. Pero la elección del recorrido no ha estado exenta de polémica. Y es que, con toda seguridad, no se trata del mejor escenario para acoger la cita de golf más importante del país.
El trabajo de los últimos meses ha servido para mejorar el campo y hacerlo más competitivo, pese a lo que no satisface las expectativas de los jugadores. Los greenes estaban en buenas condiciones, pero con la lluvia pueden empeorar a medida que avanza el juego. Las calles, más estrechas, están delimitadas por un rough severo que penalizará los malos golpes. Y algunos tees han sido alargados para que los obstáculos de la calle entren en juego.
El defensor del título, el sueco Niclas Fasth no sabe qué puede suceder. 'Es un campo nuevo y el tiempo no acompaña demasiado. No me atrevo a hacer ningún pronóstico porque puede ganar cualquiera'. El torneo está dotado con dos millones en premios y el cheque para el primero será de 333.330.