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CincoSentidos

Las fortunas solidarias de las estrellas del golf

El golf es un fenómeno social que va más allá de los grandes espectáculos que se ofrecen en las citas del Grand Slam. Se trata de un deporte que puede practicar todo el mundo a cualquier edad, no como sucede con otros casos como la Fórmula 1 en automovilismo o la America's Cup en vela. Nadie puede disponer de un auténtico bólido de competición o un barco con todo el equipo de diseño y mantenimiento que se requiere. Además, las grandes estrellas del golf conforma un colectivo sensibilizado con los problemas que afectan a las capas más desfavorecidas de la sociedad, lo que ha convertido el golf en el deporte más solidario del planeta.

Los profesionales más conocidos de nuestro país, como Sergio García, José María Olazábal o Severiano Ballesteros participan regularmente en actos benéficos para ayudar a recaudar fondos destinados a diferentes asociaciones. Sergio García, a través de su fundación y en colaboración con la Fundación Deporte y Desafío, organiza una serie de clinics (clases magistrales) por toda España como ayuda terapéutica dirigida a disminuidos físicos y psíquicos.

Beneficios fiscales

La iniciativa, en la que han intervenido profesores especialistas de golf adaptado de Estados Unidos, ha alcanzado un notable éxito en las temporadas que lleva realizándose dicho programa. Sin embargo, existe un problema de continuidad al no poder dar una regularidad a dicha actividad, bien sea por la ausencia de instalaciones adecuadas (ya que la mayoría de los campos son privados y no contemplan la posibilidad de desarrollar un programa de estas características, excepto cuando una figura como Sergio García lo visita) así como por la ausencia de personal cualificado para facilitar la enseñanza. En Estados Unidos, la fundación que lleva el nombre de Tiger Woods, el deportista mejor pagado del planeta, ha donado más de 25 millones de euros, de los que se han beneficiado 8.000 niños de su país.

El PGA Tour superó el año pasado los 1.000 millones de dólares (732 millones de euros) entregados a diferentes proyectos solidarios a lo largo de su historia. Una empresa privada, la estadounidense CA, patrocinadores de uno de los torneos pertenecientes a las series mundiales, los World Golf Championship, hizo entrega de 400.000 euros a First Tee que, a través del golf, busca integrar en la sociedad a jóvenes con problemas. Tanta solidaridad tiene una compensación fiscal, unos beneficios que en Europa no cuentan con la misma bonificación.

Pese a ello nuestros golfistas no abandonan su labor solidaria. Un ejemplo es José María Olazábal, que el año pasado empleó un driver de la marca Titleist, distinta a la que le suministra el material con el que juega (MacGregor) y tiene contrato. Titleist, como hacen otras firmas, paga una determinada cantidad a los jugadores que emplean sus palos, así que Olazábal, por el solo hecho de jugar con aquel driver, percibió alrededor de 100.000 euros que donó a beneficencia. 'æpermil;l piensa que no es ético quedarse con un dinero extra que consiguió al emplear un material distinto', explica su representante y amigo Sergio Gómez. Olazábal es uno de los precursores de Sport Mundi, una asociación de deportistas de élite de la zona del Bidasoa que apoya diferentes proyectos. El pro amateur benéfico que organiza genera alrededor de 150.000 dólares (110.000 euros).

Un granito de arena de 110.000 euros

Alrededor de 110.000 euros es también la cantidad que ha generado Sergio García para financiar un proyecto de investigación sobre cáncer infantil, dirigido por el doctor Jaume Mora del Hospital de San Juan de Dios de Barcelona. 'Dios me ha dado un don y tengo que devolverlo. Tengo amigos que han sufrido esta enfermedad y soy consciente de lo dura y difícil que debe ser la vida para un niño que la padezca y también para su familia. Quiero aportar mi granito de arena en este proyecto de investigación que espero que dé los resultados que deseamos', explica el golfista castellonense, que se mostró muy afectado por la enfermedad y posterior fallecimiento de María García Estrada, una joven golfista canaria que al igual que el golfista de Borriol había sido miembro del equipo español de golf.Por su parte, Severiano Ballesteros, entregó a la Fundación Síndrome de Down de Cantabria un donativo de 10.000 euros aportado por la firma Hugo Boss, patrocinadora del deportista para contribuir a programas relacionados con la política deportiva, fisioterapia y natación para niños. A este movimiento solidario se han unido la mayoría de clubs de España, raro es el que no celebre en sus instalaciones algún torneo con fines benéficos. El golf es el deporte más solidario.

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