Sacyr y Eiffage se denuncian mutuamente en los juzgados
Sacyr y Eiffage han cumplido su amenaza judicial. El grupo español ha demandado ante un juzgado mercantil a la constructora gala por el bloqueo de votos en la junta de hace una semana, mientras Eiffage ha denunciado concertación entre Sacyr y 89 accionistas españoles. Antes de esa asamblea, la gala vendió un 1,7% de su autocartera para reforzar los votos contra la empresa española. El juez ha citado a ambas el 10 de mayo.
Comienza la batalla judicial. Sacyr denunció ayer a Eiffage por el bloqueo en la última junta ante la instancia judicial competente, el tribunal de comercio de Nanterre, explicaron a Cinco Días fuentes conocedoras del procedimiento. Mientras, ayer por la tarde la prensa gala difundió que el grupo que preside Jean-François Roverato ha denunciado al Tribunal de Alta Instancia (TGI) de París la supuesta concertación entre su primer accionista y los 89 propietarios españoles. Se trata de una demanda penal.
El veto a Sacyr en la junta de la semana pasada determinó la opa y también la guerra judicial con la que se amenazaron los dos grupos constructores tras la tormentosa junta el miércoles pasado. La mesa de la asamblea -a instancias de la cúpula de Eiffage dirigida por Roverato, principal opositor de Sacyr- acusó de concertación a la empresa española con 89 accionistas de la misma nacionalidad que se destaparon con un 17,5% ese mismo día. Acto seguido, suspendió los derechos de voto de esos nuevos propietarios. Como resultado, Sacyr vio vetada de nuevo su entrada en el consejo, como el año pasado.
El tribunal, equivalente a un juzgado de lo mercantil en España, ha convocado a Sacyr y a Eiffage, que se verán las caras en una audiencia prevista el próximo 10 de mayo. Los jueces analizarán ahora si fue legal quitar los derechos políticos y las acusaciones de concertación.
El procedimiento judicial discurriría así paralelo a la opa que ha lanzado Sacyr por el 66,7% que no controla en la compañía gala mediante un canje de 12 acciones propias por cada cinco de Eiffage. La oferta aún tiene que recibir el visto bueno del regulador, la AMF.
Roverato quiere demostrar que hubo pacto entre su primer accionista y los 89 propietarios españoles, entre los que figuran el promotor sevillano Luis Portillo (con un 2%), Bancaja, Banco de Valencia o Sabadell.
La quinta constructora española, por su parte, baraja entre sus bazas jurídicas la denuncia de una concertación del bloque francés.
Tras el desembarco de Sacyr hace un año, el presidente de Eiffage articuló un núcleo de accionistas contrarios, como ha ido reflejando la prensa gala. Roverato, además, reconoció en septiembre en el Senado el importante apoyo de la Caisse des Dépôts y otros accionistas contra la 'ofensiva' de Sacyr. En la asamblea, ese núcleo votó con al menos el 39% del capital frente al 33,32% de Sacyr.
Vendió a 129 euros la acción
Poco antes de la junta, entre el 10 y el 13 de abril, Eiffage intentó reducir al máximo su autocartera, ahora en el 0,81%. Vendió un 1,7% del capital, 1,6 millones de títulos propios, en dos paquetes y no en el mercado sino a un máximo de dos inversores, como reflejan sus comunicados oficiales al mercado. De esta forma, la cúpula de la constructora francesa traspasó títulos que no tienen derechos políticos por ser autocartera a accionistas que pudieron ejercer el derecho de voto correspondiente en la última junta y reforzar el frente anti-Sacyr.
Esta parte de la autocartera fue vendida a accionistas que Eiffage no ha desvelado (al contrario que la entrada de Portillo o de la inmobiliaria Rayet, con el 4,21%) a 129 euros por acción, precisamente el precio que pide a Sacyr en efectivo. Se trata de una venta con opción de compra en abril y diciembre de 2008 y se comunicó el mismo día de la junta.
Impacto en el canje
El batacazo en Bolsa de Sacyr ayer, del 8,15%, desequilibró el canje de acciones propuesto en la opa de Eiffage. Esta oferta valoraba ayer a la gala en 6.100 millones por la menor capitalización de Sacyr, con unos 400 millones de desfase sobre la inicial.
Llamada a la huelga y acusaciones de Roverato
Los sindicatos de Eiffage (los empleados controlan el 21%), han llamado a una huelga hoy ante la sede del regulador, la AMF. Consideran que la operación 'presenta un gran riesgo para el empleo por el desmantelamiento del grupo y de sus actividades, debido a la elevada deuda de Sacyr', que ascendió en 2006 a 18.357 millones, informa Sara Acosta. Sacyr ha manifestado que no habrá recorte de empleo.En esta línea se expresó ayer el presidente de Eiffage, Jean-François Roverato, en una entrevista a Le Figaro: 'Sacyr nos aporta sus deudas, nosotros nuestro saber hacer'. El polémico ejecutivo insistió en su rechazo a la opa de Sacyr, 'porque paga con sus propios títulos, cuyo valor refleja sus activos inmobiliarios en España'. Y en el futuro 'su valor podría caer'. La frase pareció premonitoria ayer tras el batacazo de valores del ladrillo, incluido Sacyr.Si Roverato gana la demanda de concertación, la española deberá lanzar una oferta en metálico a 129 euros. 'Si es 129 euros, 'digo que sí', dijo el polémico presidente antes de conocerse la denuncia.Mientras, una asociación de accionistas minoritarios (Appac) se alineó ayer con Sacyr. Ha pedido al regulador que determine si ha habido concertación entre la Caisse des Dépôts y la plantilla por el respaldo que la caja dio a la cúpula de Eiffage antes de la junta. En conjunto tienen un 29%.