Un amor que recorre el tiempo y el desierto
Luis Leante presenta 'Mira si yo te querré', ganadora del Premio Alfaguara
Hasta el 9 de marzo, Luis Leante (Caravaca de la Cruz, Murcia, 1963) era un autor de unas 10 obras publicadas en diferentes editoriales, profesor de latín en un instituto de Alicante, ganador de casi 20 premios literarios modestos. Ese día Luis Leante recibió una llamada telefónica de su admirado Mario Vargas Llosa comunicándole la concesión del X Premio Alfaguara de Literatura por la novela Mira si yo te querré. Desde entonces, su vida literaria ha dado un vuelco -el 20 de abril recibió el premio, 175.000 dólares (unos 130.000 euros) y una escultura de Martín Chirino, de manos del presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, rodeado de representantes de la cultura y la política-.
Mira si yo te querré, título tomado de una estrofa de Las Corsarias del maestro Alonso, es una historia de amor que se prolonga en el tiempo, con el Sahara como escenario: al principio, con el trasfondo de la Marcha Verde y la salida de España de la colonia africana; después, con los campamentos de refugiados en Argelia.
El escritor narra en diferentes tiempos la historia de amor en Barcelona el año de la muerte de Franco de Montse Cambra, una hija de la burguesía catalana, y Santiago San Román, un joven mecánico charnego que se marcha a cumplir el servicio militar como legionario en el Sahara. Treinta años después, Montse Cambra es una doctora que afronta una ruptura sentimental y la pérdida de una hija adolescente y decide emprender una búsqueda personal y sentimental.
A la trama principal, Leante suma pequeñas historias en una acción que ha pretendido amena para el lector. El jurado del premio destacó la fuerza expresiva con que se describen los paisajes y la vida en la colonia.
No hay muchas novelas que traten el problema del pueblo saharaui. 'Cualquier iniciativa que sirva para reivindicar su causa es válida. æpermil;sta es una más, aunque sea literaria', asegura.
Luis Leante viajó por primera vez al Sahara con sus alumnos para llevar ayuda humanitaria. Le impresionó el paisaje y sus habitantes. Uno y otros no se pueden separar, matiza. Allí conoció un personaje -aparece al final de la novela- que disparó la trama. Estuvo documentándose durante un año, tiempo durante el cual escuchó a muchas personas que vivieron en la colonia africana en los años retratados y a saharauis residentes en España. La documentación concluyó con un segundo viaje para localizar exteriores.
Luis Leante se ha sentido más identificado con el personaje femenino que con el masculino, con el que tiene poco en común. 'No me he detenido tanto en lo femenino como en los sentimientos universales', aunque reconoce que la mujer posee una sensibilidad especial fruto de su drama personal.
El nuevo premio Alfaguara, que en alguna ocasión ha tardado hasta 13 años en ver publicada una novela, teme la respuesta de los lectores más que las críticas. 'No me voy a hundir por una crítica mala, ni me voy a creer el futuro Nobel por una buena. Tengo los pies en la tierra'.
Lector incansable -'me considero un lector y accidentalmente un escritor'-, le esperan meses de promoción por España y América, pero no se plantea dejar la enseñanza, porque es una vocación y porque ve muy difícil vivir de la literatura. Su dominio del castellano se lo debe al latín. 'Mi forma de escribir, estilo, sintaxis, estructura, todo viene del latín', añade.