Carcajadas para mejorar la productividad
Ideas para fomentar el buen humor entre los empleados
Cuando los jefes creen en la risa, más que responsabilidades se buscan soluciones'. Enric Castellví es tajante al defender las ventajas de reírse con (y no de) los compañeros de trabajo. æpermil;l y Digna Sieiro dirigen Diverrisa, que organiza talleres de risa para empresas, una manera más de mejorar el ambiente laboral y, por ende, la productividad.
Ambos participaron la semana pasada en las jornadas sobre la risa organizadas por el Centro Español de Nuevas Profesiones. Guerras de bolas de papel o bailes que sobrepasan cualquier sentido del ridículo son algunos de los métodos utilizados por estos dos animadores.
'Mejoran la comunicación, y baja la conflictividad y el absentismo laboral', asegura Castellví, que hasta hace dos años era director de recursos humanos. 'Cuando hay buen humor en las reuniones, por ejemplo, la gente está más atenta'.
La risa 'siempre está en la máquina de café, en los lavabos, en el vestíbulo; pero es la gran desconocida de las gerencias', cuenta Castellví. Sieiro apunta que en sus talleres 'los jefes son los que más sudan, sacan el niño que llevan dentro'.
Se trata de ver al compañero como un compañero de juegos, más que de trabajo. 'Cuando somos pequeños jugamos a maestros, a tenderos... pero cuando nos hacemos mayores se convierte en una obligación', lamenta.
Las dos horas que dura una sesión incluyen juegos como El tiburón, similar al de las sillas musicales, pero con cojines en el suelo amontonados formando una isla. 'A medida que vamos quitando cojines, queda menos espacio', explica Castellví. 'Se trata de que colaboren sujetándose unos a otros para que quepan todos.' Otros tienen trampa, como uno en el que gana el que roba más calcetines de los compañeros. 'Después tiene que ir poniéndole a cada uno los suyos', comenta Castellví. ¿Qué ocurre cuando alguien se niega a participar? 'No se puede obligar a nadie', dice Sieiro, 'pero muchas veces se dan cuenta de que los que más están haciendo el ridículo son ellos mismos. A veces se unen al grupo y, aunque no lo reconozcan, se dan cuenta de que han aprendido cosas'.
El diseño de las sesiones se hace a medida del cliente. También se pueden utilizar en procesos de selección de personal. 'Si alguien no colabora en el juego denota individualismo', señala Sieiro.
Diverrisa también organiza incentivos para clientes de empresas como la farmacéutica Coloplast. Virginia San Miguel, su directora de Mercado, señala la importancia de que los enfermeros 'conozcan la importancia de la risa en su trabajo'.
Un fin de semana en el 'hotel de la risa'
Aún es un proyecto, el enésimo de una pareja de payasos en su empeño por hacer reír a la gente. Esta vez le toca a las empresas. Francisco Javier Ceballos y José Carlos Muñoz Díaz pretenden inaugurar el hotel de la risa en otoño del año que viene, en Talayuela (Cáceres).'No se tratará de un hotel real', explica Muñoz. 'Es un espectáculo, un hotel simulado, con su menú cómico, su señora con los perros, su encargado de seguridad incompetente', añade. 'La idea es que los grupos pasen un fin de semana divertido'.Ceballos y Muñoz lideran A Saco Producciones, una compañía de teatro, y El Quinto Pino, un albergue juvenil. Con esta iniciativa pretenden reorientar su actividad hacia el mundo corporativo.