El Estado recaudó más de 33 millones por herencias sin adjudicar en los últimos seis años
Al menos 84.965 personas murieron el pasado año sin dejar testamento. El patrimonio de unos pocos, sin familiares próximos, acabará en las arcas del Estado, que ha recaudado más de 33 millones de euros desde el año 2000, parte de los cuales son repartidos entre instituciones benéficas o asistenciales.
En el último ejercicio, 2006, el Estado recibió 2.255.533 euros procedentes de 50 herencias de las que no se hallaron herederos legítimos, según el Ministerio de Economía y Hacienda. A estas cifras habría que sumar lo percibido por cinco comunidades autónomas -Cataluña, Aragón, Galicia, Navarra y Comunidad Valenciana- que tienen competencias sobre la regulación de la sucesión intestada a su favor.
Según los departamentos de Economía de cuatro de estas comunidades, Cataluña es heredera actualmente de 250 personas que murieron sin parientes próximos y en los últimos tres años ha repartido 6,8 millones de euros procedentes de 49 legados. Galicia ha recaudado 821.933 euros entre 2003 y 2006, en 16 liquidaciones de sucesión intestada, y Navarra repartió 274.127 euros a entidades sin ánimo de lucro en 2001 y recibió algo más de 30.000 euros y una vivienda en Pamplona, pendiente de subasta, en otras dos herencias hasta 2002.
La comunidad de Aragón aceptó en el último año 13 disposiciones sin testar que supusieron 359.641 euros, además de cinco viviendas, un solar y cuatro fincas rústicas. Cuando no hay herederos legales (familiares hasta cuarto grado y cónyuge) el artículo 956 del Código Civil establece que recibirá los bienes el Estado, el cual asigna una tercera parte a instituciones benéficas municipales del domicilio del fallecido, otra tercera parte a instituciones provinciales y el resto se ingresa en el Tesoro Público.
Recompensas del 10% para los particulares
En caso de que la herencia sea conocida por comunicación de un particular, éste recibe un "premio" del 10% por su denuncia. Las comunidades citadas tienen su propia regulación en cuando al reparto del caudal, pero son casi unánimes en este punto. El Ministerio de Economía ha tramitado desde 2000 un total de 820 expedientes de herencias sin testamento, y 602 de ellas -un 73,4%- fueron positivas para el Estado, lo que supuso unos ingresos netos de 33.262.266 euros, descontados gastos y el importe de los premios a particulares, un total de 1.450.661 euros.
En 2006 se ejecutaron 84 expedientes, 34 terminaron sin declaración a favor del Estado o con importe nulo y 50 fueron liquidaciones positivas. Fue el ejercicio en el que menos se recaudó -2.255.533 euros netos- y se entregaron 52.623 euros en compensaciones a particulares. En 2005, el Estado percibió 6.574.484 euros y 410.179 se entregaron en "premios", y en 2004 recaudó 5.944.573 euros y se compensó con otros 354.725 a los denunciantes.
Los ingresos más altos se produjeron en 2003, con 7.797.263 euros y 271.120 euros para particulares. En 2002 recibió 4.337.614 euros y se premió a ciudadanos con otros 129.302, mientras que en 2001 hubo unos ingresos de 2.412.033 euros y 47.926 fueron para premios, y en 2000 se percibió un caudal de 3.940.766 euros y 184.786 se entregaron a denunciantes.
Seguros de vida y cuentas durmientes
Además de estas herencias, el Estado tiene derecho sobre las "cuentas durmientes" -depósitos de valores y dinero en entidades bancarias que no se mueven durante más de 20 años y que pasan a ser de su titularidad-, sobre bienes muebles (divisas, vehículos...) que no han sido controlados por el fallecido y que se conocen como "mostrencos", y sobre los "vacantes", inmuebles sin dueño conocido. Hay también otro capital que puede ser perdido cuando se produce un deceso, por desconocimiento, si los beneficiarios no son familiares de primer grado: los seguros de vida, ya que las compañías no tienen obligación de comunicar su existencia cuando fallece el asegurado, por lo que se elude el pago.
No obstante, el 19 de junio entrará en vigor el Reglamento que regula el funcionamiento del Registro de Seguros de Vida, aprobado por el Gobierno, que permitirá conocer la existencia de esas pólizas, para que no se queden sin cobrar.
Aficionados a los testamentos
España es uno de los países donde más se hace testamento. En 2006 los casi 3.000 notarios autorizaron 581.657 testamentos, nuevos y modificaciones, según el Consejo General del Notariado. Además se tramitaron 84.965 actas de declaración de herederos ab-intestato, lo que supone que al menos ese número de personas murió sin testar, y representa más de un 20% de los fallecimientos anuales, que se mantienen en torno a los 380.000 en los últimos años.
El testamento tiene un precio fijo, 30 euros, independientemente de los bienes y adjudicación. Esta disposición y las declaraciones de herederos suponen el 26% de los documentos autorizados por el notario.