El corazón o la razón
Mientras que Francia se apresta a tomar el camino de las urnas, un número inhabitual de electores continúan madurando la elección que adoptarán el domingo. Para muchos, en este fin de campaña, se trata menos de vacilación que de un dilema entre el corazón y la razón. De parte del primero predomina la preocupación largamente extendida de preservar un modelo social, un modo de vida que hizo de Francia un país donde se vive bien (...). La necesidad de reforma es aceptada con la condición de que aspire a remediar lo que no marcha y a proteger lo que da satisfacción (...).
Pero la segunda obliga a los franceses a mostrarse realistas. Incluso si la palabra ruptura se ha eclipsado discretamente de la retórica de la campaña, numerosos electores perciben instintivamente que esta elección marca un paso. Entre dos siglos, entre dos generaciones políticas (...).
Ante la importancia de la apuesta, quizá haya que felicitarse de que los millones de indecisos que tienen la clave del escrutinio mediten su elección hasta el final.
Pascal Aubert, en La Tribune, París