El constructor del 'fox-trot' aprieta el ritmo
El que fue alumno aventajado de Ferrovial siempre ha querido romper moldes. Luis del Rivero, ingeniero de caminos, pasó 12 de sus 58 años en la constructora de la familia Del Pino y luego se marchó con el ambicioso plan de convertirse en rival directo de su antigua casa. Lo logró. Fundó en 1986 la Sociedad Anónima Caminos y Regadíos, Sacyr, con José Manuel Loureda (presidente del grupo) y Manuel Manrique (hoy consejero delegado).
En 2003, ya como primer ejecutivo de Sacyr, da el salto que le permite colocarla como quinta constructora del país tomando el control de Vallehermoso, tras desembarcar con un porcentaje inferior al 25%. El patrón es el mismo que ha empleado ahora en la operación de Eiffage con la opa como golpe final tras un año de lucha cuerpo a cuerpo con el presidente de la empresa gala, Jean-François Roverato. La clave estuvo en entrar en una compañía que estuvo meses en el mercado sin socio de referencia tras la salida del banco BNP Paribas y sin pretendiente claro.
En el mapa empresarial español, este ejecutivo nacido en Murcia se ha labrado a pulso la fama de gestor agresivo y despierta filias y fobias entre sus competidores. Florentino Pérez, presidente de ACS, y él comparten su mutua admiración y la pasión por el Real Madrid, del que Del Rivero fue vicepresidente. En cambio, con Rafael del Pino, el hijo de su antiguo jefe, saltan chispas.
La pirueta con la que sorprendió al mundo económico fue el intento en 2004 de hacerse con el control del BBVA, segundo banco del país, comprando un 3%. La jugada, que le costó la implantación de varios by-pass coronarios, no salió. Aunque Sacyr anotó 150 millones de plusvalías. A Del Rivero no le gusta que le recuerden esa 'oportunidad' perdida de la que culpa al Banco de España.
Año y medio después, en septiembre pasado, Acciona y ACS abrieron el camino para controlar la energía con su entrada en Endesa e Iberdrola, respectivamente. En octubre, Sacyr -que según fuentes de sus rivales intentó entrar en Iberdrola- irrumpe en Repsol para convertirse en primer accionista con el 20% y aliado de La Caixa.
Para acallar rumores sobre la petrolera se descolgó con la frase 'los conejos y las tortugas no se fusionan'. Otra afirmación gloriosa fue 'Joaquín Rivero ex presidente de Metrovacesa es el rey de las opas y nosotros de las opitas; somos especialistas en el tran-tran, en versión fox-trot'. La vorágine de compras del último medio año, incluida la de Europistas que llegó a pasar por los tribunales, confirman definitivamente que el constructor ha cambiado el fox-trot por ritmos más acelerados.