Del Rivero busca ganar la baza de las autopistas
El tesoro que encierra Eiffage no está en los ladrillos sino en los peajes. Autoroutes Paris-Rin-Rhône (APRR), en la que la tercera constructora francesa controla el 51%, es el verdadero trofeo que busca Sacyr. Pero para lograrlo tiene que conseguir primero el control de la matriz Eiffage que durante un año le ha sido vetado y ahora intenta con una opa.
Cuando el Estado francés decidió privatizar los tres grupos de autopistas para hacer caja, Sacyr fue una de las españolas que más agresivamente pujó por la segunda y la tercera concesionaria francesas, APRR y Sanef. Por ellas también compitió Cintra, filial concesionaria de Ferrovial. Mientras, Abertis se centró en Sanef y fue la única española que logró una adjudicación. A la empresa que preside Luis del Rivero le quedó un gusto amargo.
Pero ya por entonces, diciembre de 2005, estaba tomando posiciones en Eiffage. De hecho, Sacyr decidió no comunicar a la francesa que había tomado en torno al 3% como era preceptivo por temor a que esta compra pudiera enturbiar las privatizaciones que aún no estaban cerradas, según fuentes conocedoras de la operación.
En ese proceso, Eiffage se alzó con la adjudicación de APRR junto con Macquarie, el potente fondo de infraestructuras del banco australiano del mismo nombre que tiene el 49%. Lo interesante para Sacyr es que la australiana tiene una opción de venta de su paquete que vence en menos de un año. Así lo firmaron en el acuerdo ambas compañías.
La idea de la española es fusionar APRR con la filial de autopistas Itinere, apuntan fuentes del mercado. La nueva estructura del grupo que presentó ayer Sacyr agrupa a Itinere con APRR y Viaduc de Millau, una concesión emblemática en la que tiene el 49% la Caisse des Dépôts (tercer accionista de Eiffage con el 8,5%).
El grupo resultante superaría los 12.000 millones ya que al valor de las autopistas que unen París con la zona del Ródano y del Rin se unirían así a los 6.225 millones que valdrá Itinere tras su próxima fusión con Europistas. Sacyr pujó fuerte por esta concesionaria cotizada a Isolux para sacar Itinere al parqué.
Por kilómetros, la filial de concesiones hispano-francesa que puede crearse sería la segunda europea por red por detrás de la gala Vinci y aportaría el 39% del Ebitda.
Otra pista. Ayer Sacyr insistió en la necesidad de 'unir fuerzas para obtener concesiones importantes en Europa y en Estados Unidos'. Con su unión, tendrían una red de 3.400 kilómetros y de ellos más de 3.000 kilómetros en Europa y en América Latina, según Del Rivero. Ambas se complementan en sus mercados y en Portugal, donde no obstante Del Rivero reconoció 'una débil competencia'.
Pero el plan queda en castillo de naipes si Sacyr no logra el control para gestionar Eiffage. La carrera acaba de empezar.
La presión de París para subir el precio
Un obstáculo previsible en la opa que acaba de lanzar Sacyr son las objeciones al precio. Los analistas y los expertos ya descontaban ayer este riesgo. Aunque Eiffage evitó una declaración oficial, fuentes próximas al grupo dijeron a Reuters que la opa debería ser en efectivo por 129,5 euros.æpermil;sta es la cotización máxima que alcanzó Eiffage durante el calentón en Bolsa del último mes por rumores de opa. Y es el precio que anteayer ya sugirió el presidente de la francesa, Jean-François Roverato.Fuentes de Sacyr apuntan que el valor actual de la gala no se ajusta al que tenía hace un mes antes de la 'exuberancia irracional' contra la que clamó Roverato y recuerdan que la opa no es hostil.'Sacyr sabe que la posibilidad de que surja una contraoferta es difícil', apunta David Pocino, de banco Urquijo, aunque admite la posible presión francesa para que la española eleve la valoración de Eiffage.Según el calendario marcado por la quinta constructora española, la opa finalizaría en agosto. Si tiene éxito, sería la mayor compra de Sacyr realizada en el exterior que le catapultaría como la cuarta mayor constructora del mundo.Pero aún debe vencer la resistencia de algunos accionistas del bloque francés, un mínimo del 10%, para tomar el control. Eiffage analizará el lunes en su consejo la oferta española.El punto negro de una opa triunfadora es que Sacyr se coloca como primera constructora española por deuda con 29.391 millones, más que Ferrovial.