El número dos del Banco Mundial pide la dimisión de Wolfowitz
La presión sobre Paul Wolfowitz para que deje la presidencia del Banco Mundial se agudiza. Ayer, el consejo de esta institución se reunió por la tarde (de madrugada en España) para decidir su futuro. El consejo fue precedido de un tensa reunión que celebró Wolfowitz con los vicepresidentes del Banco. En el curso de este encuentro, uno de los dos directores gerente, Graeme Wheeler, dijo que Wolfowitz debía dimitir. De facto, es el número dos del Banco Mundial.
Wolfowitz es objeto de crítica y censura no solo por su estilo al frente del Banco sino por el trato de favor con una trabajadora, Shaha Riza, con la que mantiene una relación sentimental. Además de ser promocionada y su sueldo inusualmente aumentado, Riza trabajó durante un mes de excedencia para un contratista del Pentágono, donde Wolfowitz era el número dos y participó en el diseño intelectual y militar de la guerra contra Irak. Riza fue a Irak en ese mes de 2003 y el Banco vio inapropiado el viaje.
La petición de Wheeler, de la que informó Reuters, es muy relevante no sólo por el elevado puesto de este neozelandés en el Banco sino porque además fue nombrado por el propio Wolfowitz y dentro de su circulo más cercano es uno de los que goza de mayor respeto en la institución. En esa reunión Wolfowitz pidió a los vicepresidentes sugerencias sobre cómo cambiar su criticado estilo de gestión.
La portavoz de la Casa Blanca, que apoya a Wolfowitz, pidió al consejo ayer que no se precipiten en su juicio sobre el presidente del Banco.