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Inmuebles

Aguas de Barcelona mantiene una opción de compra sobre la Torre Agbar

A pesar del cambio de propietarios, Aguas de Barcelona, el principal inquilino de la emblemática torre que lleva su nombre, mantiene una opción de compra sobre el inmueble, creación del francés Jean Nouvel. La compañía, que está siendo objeto de una opa por sus principales accionistas (La Caixa y Suez), podrá ejecutarla a partir de noviembre de 2009.

La Torre Agbar, uno de los símbolos del nuevo skyline de Barcelona, ha cambiado de manos, pero continua abierta la puerta a que el inmueble acabe siendo propiedad de Aguas de Barcelona. Al menos a largo plazo. La promotora del inmueble, Layetana, cerró el pasado mes de diciembre la venta del edificio con el grupo inversor Azurelau en una operación que no trascendió el importe. Pese al cambio de dueños, Aguas de Barcelona mantiene una opción de compra sobre el inmueble, cuartel general de la compañía que preside Jordi Mercadé.

Según explicó a este diario el consejero delegado de Layetana inmobiliaria, Santiago Mercadé, dicha operación podrá ser ejecutada por la compañía 'a partir de noviembre de 2009'. Mercadé quiso dejar claro que la venta del inmueble, obra del arquitecto francés Jean Nouvel, era una operación de desinversión que la compañía ya 'tenía prevista'. El consejero delegado de Layetana explicó que la vocación del grupo es la promoción inmobiliaria y no la de mantener activos como inversión financiera. El grupo promotor, fundado en 1964, se centra exclusivamente en desarrollar proyectos de viviendas y edificios de oficinas, entre los que la Torre Agbar se había erigido como joya de la corona. En la actualidad, Layetana está concentrando esfuerzos en su proyecto Torres Fira, un complejo de oficinas de 54.000 metros cuadrados junto a las instalaciones de la Feria de Barcelona en Gran Vía de l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

Antiguos accionistas de Almirall

Mercadé señaló que entre los inversores de Azurelau, se encuentran accionistas de la propia Layetana, como Santiago Oller y Antonio Vila Casas, que a su vez son antiguos accionistas de la farmacéutica Almirall. Ambos empresarios vendieron el 21,2% del capital del laboratorio a la familia Gallardo el pasado año por 500 millones de euros. Oller y Vila Casas controlan Azurelau a través de Invest Fontanilles, donde también figuran como administradores los inversores Salvador Torrens, José Miguel Casaus, Néstor Ollé, Ricardo Rodríguez y Lluís Badía.

Por el momento, Azurelau mantiene el contrato de alquiler con la compañía de distribución de agua, que está siendo objeto de una oferta pública de adquisición (opa) por parte de sus principales accionistas, La Caixa y Suez. En cuánto a la posibilidad de que finalmente Agbar se decida a ejecutar su opción de compra en dos años, el consejero delegado de Layetana dijo desconocer las intenciones del grupo de servicios. El director general de Agbar, Ángel Simón, ha manifestado en diversas ocasiones que la compañía estudiaba ejecutar su opción de compra del edificio, firmado inicialmente con Layetana.

El inmueble con forma de géiser alberga la sede corporativa de Agbar desde 2005. El grupo alquiló todo el edificio, pero sólo ocupó 25 de las 35 plantas y el resto las puso en alquiler. Al margen del grupo de servicios, las instalaciones también tiene como inquilinos al diario gratuito editado por Planeta, ADN. El edificio, que mide 144 metros de altura, tiene 34.000 metros cuadrados sobre rasante.

En busca de nuevos inquilinos

La compañía de servicios puso en marcha a principios de año una nueva política de comercialización de los espacios vacíos del edificio, unos 8.000 metros cuadrados, para atraer nuevos inquilinos. La iniciativa está asesorada por las consultoras CB Richard Ellis y Aguirre Newman. En concreto, el precio mensual del metro cuadrado ronda los 23 euros, por debajo de los 25 euros de las principales zonas de oficinas.

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