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Construcción

Eiffage usará el poder de quitar votos para frenar a posibles socios de Sacyr

La constructora francesa Eiffage afila sus armas para bloquear los posibles apoyos de promotores españoles a su primer accionista, Sacyr, en la junta clave del miércoles. El grupo galo suspenderá los derechos de voto de todo accionista que no le haya comunicado en tiempo y forma cualquier peso mayor del 1%.

La jugada es idéntica a la que Eiffage hizo el año pasado a la constructora que preside Luis del Rivero. El mismo día de la asamblea, la francesa comunicó a su primer accionista, entonces con el 32%, que le suspendía los derechos de voto de un 3% porque no había comunicado este paquete. De esta forma, mermó su peso y luego vetó la entrada de Sacyr en el consejo.

Un año después, la española intentará nombrar a cinco representantes de los 15 que tendrá el consejo. Pero Eiffage se prepara para aplicarles la misma fórmula a los posibles aliados de la quinta constructora española, salvo a la inmobiliaria Rayet, que ya ha comunicado su 4,21%. Con ello, la compañía que preside Jean-François Roverato quiere desactivar el apoyo del promotor sevillano Luis Portillo y otros empresarios del sector que, de momento, no quieren confirmar su participación. El presidente de Inmocaral tiene, a título individual, en torno al 2% de Eiffage, según fuentes de su entorno.

Todo nuevo accionista tiene un plazo de quince días para comunicarle por carta a Eiffage y con acuse de recibo una participación del 1% y las siguientes que vayan superando cualquier múltiplo de este porcentaje. Así lo establece el artículo 9 de los estatutos de la francesa. Al supervisor bursátil sólo hay que comunicar más de un 5%.

Si en la junta, Eiffage considera que no ha recibido la comunicación debida (puede buscar posibles defectos de forma) suspenderá los derechos de voto afectados. Aun en el caso de que los promotores hayan adquirido su participación hace menos de quince días, la empresa podría invalidar los votos a posteriori, apuntan fuentes del mercado. El grupo francés no quiso hacer declaraciones oficiales al respecto. Este bloqueo de derechos de voto dura dos años. De hecho, Sacyr acude a la junta con el 29% de votos pese a tener el 33,2% precisamente por esta sanción que aún durará otro año más. Con Rayet y Luis Portillo, alcanzaría el 35%, pero le hace falta más de un 39% para vencer el veto.

En contraposición, el núcleo anti-Sacyr articulado por Roverato cuenta con un 38,5%, mucho menos del 43,5% que había anunciado el presidente. La plantilla cuenta con el 21%; los directivos, con un 5%; la Caisse des Dépôts, con el 8,5%, y Axa y Groupama, tienen un 2% cada una.

Por su parte, Sacyr guarda celosamente su estrategia. Pero parece claro que utilizará su poder de veto para impedir que Roverato renueve tres años más su mandato, que expira en julio, y también para bloquear la ratificación de nuevos vocales afines al presidente. Como consejeros, la española ha propuesto a ejecutivos que no son de la cúpula, salvo Vicente Benedito, director general de asesoría jurídica, como adelantó Cinco Días el 3 de abril. Los propuestos son José Manuel Loureda, hijo del cofundador, Ana de Pro, directora de comunicación y desarrollo, Santiago del Pino, director de asesoría jurídica y Javier Zarrabeitia, director general de la filial Testa.

En el lado contrario, Roverato propone a la junta medidas para blindar Eiffage de una opa, como dar acciones gratis a personal y directivos o emitir bonos convertibles, entre otras.

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