El Banco Mundial se reúne en medio de la presión para que dimita su presidente
El comité ejecutivo del Banco Mundial (BM) celebra hoy en Washington una reunión marcada por la polémica en torno al ascenso por parte de su presidente, Paul Wolfowitz, de su novia, que podría costarle su cargo, y el deterioro para la imagen de la institución provocado por este caso. El FMI y el Banco Mundial dieron ayer el pistoletazo de salida a su reunión conjunta de primavera con este inusual tema, que involucra sexo y dinero, en la agenda.
En la reunión de hoy, Wolfowitz presentará informes sobre esta cuestión ante el BM tras haber trabajado en las últimas semanas para ganar apoyo a su continuidad al frente del organismo. El cargo del ex secretario de Defensa estadounidense peligra desde que se supiera que promocionó a su novia, Shaha Reza, dentro del Departamento de Estado estadounidense, donde recibió un salario de más de 193.000 dólares, poco después de su llegada al Banco Mundial, en 2005.
Los países más influyentes de la institución, que son Estados Unidos, Reino Unido y Francia, esperarán las conclusiones del comité directivo del Banco Mundial sobre de las actuaciones de Wolfowitz.
Según documentos publicados ayer por el Banco Mundial, Riza habría sido promocionada directamente por Wolfowitz tan sólo dos meses después de que el presidente del Banco Mundial tomara el control del banco, a donde fue recomendado por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, tras cesar en su cargo.
Ayer, Shaha Ali Riza aseguró a la institución internacional que ella fue la víctima en el escándalo generado por su promoción en el Departamento de Estado y su incremento salarial del 8%, auspiciado por el que fuera número dos del Departamento de Defensa.
Críticas en el sector y apoyo de la Casa Blanca
La decisión, señalan distintos analistas, resta a Wolfowitz la autoridad moral necesaria para continuar con su misión a favor del buen gobierno en el mundo en desarrollo. "Wolfowitz ya llegó al Banco en una posición moral débil, como uno de los arquitectos de la guerra en Irak, pero su posición ahora es simplemente insostenible", según Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El académico se suma así al creciente coro de voces que piden la dimisión del funcionario de 63 años. Los llamamientos para que Wolfowitz tire la toalla llegan desde el interior del organismo, las páginas editoriales de periódicos como el "Financial Times" y "The Guardian" y organizaciones no gubernamentales como el Center for Global Development.
Wolfowitz, de todos modos, también tiene sus aliados, como el diario financiero "The Wall Street Journal", que defendió esta semana en su sección editorial, de perfil conservador, la permanencia del ex funcionario de Defensa en el Banco.
Según el "Journal", la verdadera disputa de fondo gira en torno al intento de Wolfowitz de hacer que el Banco y los países a los que les presta dinero asuman su responsabilidad por los resultados de sus proyectos, sobre todo al "exponer y castigar" la corrupción.
El Gobierno estadounidense, que tradicionalmente designa al presidente del Banco en un "pacto de caballeros" que otorga la dirección del FMI a un europeo, también ha expresado su apoyo a Wolfowitz. Así, tanto la Casa Blanca como el Departamento del Tesoro han manifestado que respaldan al hombre a quien el presidente de EEUU, George W. Bush, se refiere afectuosamente como "Wolfie".