Larga vida a ricitos de oro

Desde hace tiempo el mercado utiliza el término goldilocks (ricitos de oro) para describir a una economía que, como el porridge del osezno del cuento no está ni muy fría ni muy caliente. æpermil;sta parece ser la situación actual de la economía norteamericana ya que parece que la famosa crisis de las hipotecas de alto riesgo (el famoso subprime) no está afectando, al menos por ahora, a los cimientos de esta economía.

Esta crisis no pasará sin embargo completamente desapercibida para la economía norteamericana, ya que la caída (o al menos desaceleración) de los precios de la vivienda en este país, imposibilitará que muchos norteamericanos sigan utilizando sus casas como fuente de extracción de capital con el que seguir financiando su voraz ansia de consumo.

Sin embargo, con una tasa de paro del 4,4%, por debajo de lo que se consideraría su límite no inflacionario o NAIRU, es difícil creer que estamos ante una crisis que pueda llevar a la economía norteamericana a una recesión en los próximos meses.

Un panorama parecido es el que presentó esta semana el Fondo Monetario Internacional en su informe sobre la economía mundial, donde se espera un crecimiento de la economía norteamericana del 2,2% para este año frente al 2,9% esperado el pasado septiembre. De confirmarse, a pesar de ser esta tasa de crecimiento la menor de los últimos cinco anos y más de un punto porcentual inferior a la de 2006, el más que razonable crecimiento de la economía mundial, en torno al 5% según esta fuente, amortiguará los efectos de la posible desaceleración norteamericana.

Además, no hay que olvidar que, de acentuarse la desaceleración económica, el Sr. Bernanke podría hacer suya la famosa Greenspan Put, utilizando los cerca de 75 puntos básicos por encima de neutral de los actuales Fed Funds para ayudar a esta economía. Esperemos por tanto que en esta ocasión, a diferencia del cuento, goldilocks no salte por la ventana.

Antonio Villarroya. Jefe global de estrategia de tipos en Merrill Lynch