Prada abre la Copa del América con una fiesta de lujo en un mercado
Glamuroso. Así debe ser el vestido de los invitados a la fiesta que este domingo ha organizado Prada en Valencia como bienvenida a la Copa del América. La marca de lujo, que patrocina al equipo italiano Luna Rossa, ha alquilado un espacio emblemático de la ciudad, el Mercado Central, para celebrar una fiesta en la que se espera a más de mil invitados.
Prada no ha reparado en gastos para agasajar a 'amigos y clientes' de la marca. El recinto lo decorará el estudio de Rem Koolhaas, el arquitecto ganador de un premio Pritzker, que también ha construido varias de las tiendas de Prada en todo el mundo. El catering lo preparará El Bulli, el restaurante de Ferran Adrià. Y el glamour lo pondrá Demi Moore y su marido, Ashton Kutcher, de momento las únicas estrellas del cine confirmadas, aunque se espera alguna sorpresa.
Los organizadores se guardan aún los nombres de muchos de los invitados internacionales, pero la fiesta ya se ha convertido en el evento del año en la ciudad. Los rumores, que se han desmentido, de que podrían acudir Angelina Jolie y Brad Pitt dispararon la expectación sobre el primer gran evento social vinculado a la Copa del América.
La marca de moda, que patrocina al equipo Luna Rossa, ha alquilado el Mercado Central para recibir a más de mil invitados
Si bien durante los tres años que llevan celebrándose regatas previas en Valencia se han celebrado muchas fiestas, la mayoría han sido muy discretas. En esta ocasión Prada ha querido hacerse visible. El recinto del Mercado Central es un magnífico edificio modernista que mantiene plenamente su actividad comercial. De hecho, la marca de lujo ha decidido que parte de los puestos permanezcan abiertos durante el evento ofreciendo los mismos productos que venden cada día. En otros se expondrán productos de Prada. La marca ha pagado unos 9.000 euros a la asociación de vendedores por el uso del recinto y alrededor de 350 a cada uno de los puestos que abra en la noche. El coste global del evento, que incluye algunos vuelos privados que llegarán al aeropuerto de Valencia el mismo día, no se ha hecho público.
La fiesta de Prada es la primera pero no será la única. Esa misma noche en el Mercado de Colón, otro de los monumentos civiles más importante de Valencia, la relojera suiza Omega, patrocinador del equipo neozelandés, también ha convocado una recepción para sus clientes en la que está confirmada la presencia del jugador de golf Sergio García y en la que se baraja que pueda aparecer el ex piloto de Fórmula 1, Michael Schumacher, imagen de la marca.
Pero a lo que aspiran muchos es a recibir la invitación del patrocinador principal de la Copa del América, la que es posiblemente la marca de lujo más cotizada del mundo, Louis Vuitton. No han trascendido aún datos sobre cuándo y donde será el evento, pero ya empiezan a sonar los nombres a quien se espera, desde Scarlett Johansson a Carolina de Mónaco.
Los eventos nocturnos o las invitaciones a ver las regatas en yates de lujo son la otra parte de un acontecimiento deportivo que atrae un público de alto poder adquisitivo, pero que también aspira a calar entre los habitantes de una ciudad que desde este fin de semana tiene una oportunidad única para mostrarse al mundo.