La francesa Eiffage afronta la pugna con Sacyr con menos apoyo del anunciado
La guerra sin cuartel entre la francesa Eiffage y su primer accionista, Sacyr, permite ver ahora una posible ventaja para la española. La constructora gala ha desvelado un núcleo antiespañol del 38,5%, mucho menor del anunciado (un 43,5%), lo que abre la vía a Sacyr para superar el veto y entrar en el consejo.
La balanza puede inclinarse del lado de la empresa que preside Luis del Rivero en la junta de accionistas de Eiffage el próximo miércoles. Y es que la tercera constructora francesa ha desvelado por fin cuál es el accionariado francés que se opone a la entrada de Sacyr en el consejo, pese a que la española es primer accionista desde hace un año con el 33,2%.
El núcleo anti-Sacyr que ha articulado el presidente de Eiffage, Jean-François Roverato, ronda el 38,5% del capital y algo más de votos cuando el propio ejecutivo lo cifró hace días en el 43,5%. Lo forman los empleados, con algo más del 21%, los directivos (a través de la sociedad Eiffaime), con un 5%, la Caisse des Dépôts, que tiene un 8,5% y las aseguradoras Axa y Groupama, que cuentan con un 2% cada una (en este caso, menos de lo anunciado por Roverato). Son los datos oficiales que el viernes proporcionó Eiffage a Cinco Días.
Aunque la francesa se negó a desglosar la parte española del accionariado. Sacyr, si se ve apoyada por la inmobiliaria Rayet, con el 4,21%, agrupan un 33% de derechos de voto (la constructora los tiene limitados al 29%). Con el aproximadamente 2% que tiene el presidente de Inmocaral, Luis Portillo, a título individual, ya sumarían un 35%. Sólo le hace falta en torno a un 5% más para superar el núcleo de Roverato. Otros promotores que no quieren confirmar su participación pueden haber comprado ese paquete clave.
Por su parte, Sacyr quiso responder el viernes en España a las duras críticas que un día antes lanzaron los sindicatos europeos de Eiffage contra esta constructora a la que acusaron de querer trocear la empresa (CC OO y UGT se desmarcaron después de estas críticas). En un comunicado, la sociedad que preside Luis del Rivero afirmó que 'en ningún momento plantea la segregación de la compañía, sino todo lo contrario, el reforzamiento de todas sus divisiones incluidas las de construcción'.
Investigan la cotización
La constructora española reafirma, además, que 'Eiffage debe ser una empresa francesa con gestión francesa'. Y considera que la plantilla de la francesa es 'un elemento fundamental de la compañía' y afirma que 'apuesta por la creación de empleo'. Los empleados son el segundo accionista con algo más del 21%.
La pugna de poder se ha complicado algo más con la entrada en escena de la Autorité des Marchés Financiers (AMF). El supervisor ha abierto una investigación sobre los movimientos de los títulos de Eiffage desde mitad de marzo. Se ha movido algo más de un 12%, del que la mitad lo han comprado Sacyr y Rayet. En un mes, la gala ha subido un 51%. y el viernes coronó una semana de caídas con un descenso del 3,3%.
Rayet estudia denunciar a la gala por su bloqueo
La inmobiliaria manchega Rayet, que acaba de aterrizar en Eiffage con el 4,21% se 'reserva acciones legales' contra la francesa. La empresa de Félix Abánades ha 'detectado dificultades para conseguir las tarjetas de acceso a la junta' del miércoles, según fuentes del grupo. Los bancos compradores de los títulos han topado con diversos pretextos de la gala. Y otros accionistas pueden verse en la misma situación. Si Rayet no puede votar en la junta, estudia denunciar a Eiffage. No es el primer contratiempo. La comunicación a Eiffage de su peso del 4,21% es 'confidencial' y la francesa lo desveló inmediatamente. Así pudo alentar el fantasma de un frente español. Rayet insiste en que su participación es independiente de la de Sacyr. Y es que la francesa puede denunciar una concertación.