Warhol, en busca de nuevo récord
Hacer dinero es un arte, trabajar es un arte y un buen negocio es el mejor arte'. El galerista Tony Shafradi recuerda la frase de Andy Warhol en la introducción de un libro de reciente aparición, Los retratos de Andy Warhol (publicado en España por Phaidon), que reúne las celebridades inmortalizadas por el rey del arte pop desde los años 60 hasta su muerte, en 1987. Iconos que han resultado con el tiempo el mejor negocio para sus propietarios, como el retrato del líder comunista chino Mao, subastado el pasado mes de noviembre por Christie's en Nueva York en 17,4 millones de dólares, 12,7 millones de euros, récord para el artista.
El mercado, sin embargo, no ha agotado su interés en Warhol. El próximo 16 de mayo, Christie's ofrecerá también en Nueva York la obra Green car crash (Green burning car I), cuyo precio ha sido estimado entre 25 y 35 millones de dólares (18,6 y 26 millones de euros). El hecho de que la pintura haya residido en la misma colección privada durante tres décadas y de que se trata de la obra más importante de la serie Death and disaster (Muerte y desastre) que sale a subasta explican la expectación.
La pintura está considerada el Santo Grial para una legión de coleccionistas de arte contemporáneo y durante años ha encabezado su lista de deseos, según Brett Gorvy, vicepresidente y codirector internacional del departamento de Arte Contemporáneo de Christie's. Este experto destaca también la misteriosa capacidad de Warhol para predecir el futuro. Si la serie Mao fue un preludio del ascenso de China como una superpotencia, la serie Muerte y desastre predijo el culto al yo de la actualidad.
Creadas entre finales de 1962 y principios de 1964, Car Crashes permanecen como las más poderosas, cambiantes y provocativas pintura de la posguerra. En el conjunto, destaca Green car crash (Green burning car I) por su fuerza. La escena es una mundana calle de la periferia transformada en una pesadilla casi surrealista, en la que un coche volcado y en llamas está al fondo del plano, mientras que el cuerpo catapultado del conductor aparece colgando, lacio aunque aún vivo, empalado en un poste. En el corazón de la pintura, un hombre pasea impasible con las manos en los bolsillos, aparentemente inconsciente del infierno que ha tenido lugar al otro lado de la acera.
La normalidad mundana cotidiana frente a tragedia y violencia que periódicamente sacude los corazones. Un mensaje y una crítica a la complaciente moral de la clase media americana.
Junto a la obra, Christie's ofrecerá en la sesión otras pinturas del artista, entre ellas, Yellow Marilyn, Four-Foot Flowers y Autorretrato, que en conjunto podrían superar los 50 millones de euros.