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Energía

Fenosa opta a una de las dos centrales de carbón limpio

Unión Fenosa aspira a hacerse con una de las dos centrales piloto de carbón sostenible que España ha solicitado a Bruselas, en el marco de la estrategia comunitaria que pondrá en marcha 12 plantas de este tipo antes de 2015, lo que exigirá al menos 5.000 millones de inversión.

Unión Fenosa está dispuesta a hacerse con una de las dos centrales eléctricas de nueva generación a base de carbón que podrían instalarse en España en el marco de la nueva estrategia energética impulsada por la Unión Europea.

Uno de los objetivos de esta estrategia pasa por conseguir, diseñar, construir y poner en marcha, a partir del año 2020, plantas de generación eléctrica que funcionen con carbón pero que tengan unas emisiones de CO2 a la atmósfera prácticamente nulas. Una meta que exige el desarrollo de tecnologías que permitan una reducción drástica de la presencia de carbono en la combustión de la materia prima que sea compatible, a su vez, con la viabilidad económica de la electricidad generada.

Para impulsar este tipo de centrales denominadas 'de carbón sostenible', la Comisión Europea quiere poner en marcha antes de 2015 una docena de instalaciones piloto para probar a gran escala nuevas tecnologías que hagan sostenible el uso de combustibles fósiles en la producción comercial de electricidad. De forma oficiosa, el ministro de Industria, Joan Clos, ya ha solicitado al responsable de Energía de la Unión Europea, el comisario Andris Piebalgs, que España pueda contar con dos de estas instalaciones.

La eléctrica prevé invertir 350 millones hasta 2011 para aumentar su potencia instalada con carbón y elevar los recursos mineros propios

Bruselas calcula que la puesta en marcha de estas centrales, equipadas con sistemas de captura y almacenamiento de CO2 y con una potencia equivalente de 300 megavatios (MW) cada una, exigirá como mínimo una inversión de 5.000 millones de euros con los costes tecnológicos actuales. Para apoyar la iniciativa, la Comisión está dispuesta a aumentar la financiación para I+D de forma sustancial, convirtiendo la demostración de estas tecnologías en una de sus prioridades en el ámbito de la energía.

Con los dispositivos existentes en la actualidad, el coste de la captura y almacenamiento del dióxido de carbono producido por la generación eléctrica asciende a 70 euros por tonelada de CO2, lo que provoca que su uso a gran escala no sea económicamente rentable. Sin embargo, las estimaciones apuntan a que el desarrollo de nuevas tecnologías reducirá este gasto a una banda de entre 20 y 30 euros por tonelada en el año 2020, situando los costes de la electricidad producida con carbón sostenible en niveles equivalentes a los actuales o, como mucho, un 10% más caros.

Planes de Fenosa

El deseo de Fenosa de hacerse con una de estas centrales piloto encaja con su Plan estratégico hasta 2011, que cuenta entre sus pilares con una política de impulso de la generación con carbón. En la actualidad, la eléctrica tiene 2.048 MW de potencia instalada en centrales térmicas de carbón, con plantas como la gallega de Meirama, la asturiana de Narcea o la leonesa de Anllares.

Sus planes en este área incluyen inversiones de hasta 350 millones de euros tanto para el desarrollo de emplazamientos en los que construir una central de carbón sostenible de 1.200 MW de potencia como para multiplicar por seis los recursos carboníferos propios (hasta los seis millones de toneladas en 2011), de forma que pueda tener cubiertas entre un 60% y un 80% de sus necesidades.

De hecho, el pasado mes de diciembre la eléctrica anunció un acuerdo para hacerse con el 70% de una mina de carbón en Sudáfrica. La compañía espera cerrar en breve nuevas compras de activos mineros junto a algunos de sus socios estratégicos, como la francesa Total o las italianas Eni y Enel. El próximo objetivo está, previsiblemente, en Indonesia.

Un peso decreciente en el 'mix' energético español

A la espera de los avances tecnológicos que permitan reducir el impacto medioambiental de las actuales centrales de generación eléctrica que funcionan con carbón, el Gobierno ha fijado un escenario para los próximos años en el que el papel de este combustible fósil será cada vez más reducido en la estructura energética (mix) de España.Así, la revisión de la Planificación energética hasta 2011 prevé que el carbón pase de representar el 15% en la generación bruta nacional al final del periodo desde el 21,2% actual y frente al peso creciente de las renovables (30,9% en 2011) o del gas (33,3%).Esta situación va pareja a la reducción del sector minero español contemplada en el Plan del Carbón 2006-2012, que contempla un recorte de la producción de la minería del 24,1%, de forma que, en 2012, España produzca sólo 9,2 millones de toneladas de carbón. El 65% del carbón consumido es de importación.

Tecnología masiva

¦bull; El ministro de Industria, Joan Clos, es un firme defensor de las posibilidades de las centrales de carbón de nueva generación. El pasado 20 de marzo aseguró que los avances en este campo convertirán el carbón en 'estratégico' y en una 'tecnología masiva'.

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