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Estrategia

Sacyr cambia de táctica para entrar en el consejo de Eiffage y evita proponer a su cúpula

Un año después de ser vetada para entrar en el consejo de la constructora gala Eiffage, Sacyr, primer accionista con el 32,2%, cambia de táctica en su segundo intento. Ahora ya no quiere que los miembros de su cúpula sean consejeros en una empresa que cada vez le pone las cosas más difíciles y ha optado por proponer como vocales a cinco ejecutivos de otro nivel.

En la última junta, sin embargo, los consejeros propuestos eran el presidente, Luis del Rivero; el consejero delegado, Manuel Manrique; el tercer accionista y vicepresidente, Juan Abelló, y el entonces consejero-director general de medios, Vicente Benedito. Este ex directivo del BBVA, ahora director general de asesoría jurídica es el único que se mantiene en las propuestas que Sacyr llevará a la junta de accionistas de Eiffage el próximo día 18.

Junto a Benedito, han sido propuestos Ana de Pro, directora de comunicación y desarrollo del grupo; José Manuel Loureda López, director de la división internacional e hijo del cofundador de Sacyr; Santiago del Pino, director de asesoría jurídica, y Javier Zarrabeitia, director general de la filial de patrimonio inmobiliario Testa. Pese al cambio de futuros representantes, fuentes cercanas a la constructora insisten en que su objetivo es entrar en el consejo y rechazan los rumores de opa que saltaron en el mercado francés. Permanece abierta la opción de vender y obtener 1.700 millones de plusvalías que puede emplear para reforzarse en Repsol, donde posee un 20%.

El presidente quiere blindarse

Mientras, la resistencia en la tercera constructora francesa no parece mermar. El presidente y principal opositor a Sacyr, Jean-François Roverato, quiere aprovechar la junta para blindar su posición y ampliar su mandato como consejero tres años. Aunque se anunció que dejaría la presidencia en julio. æpermil;l ha articulado el núcleo contrario a Sacyr que ha formado con Caisse des Dépôts y otras empresas francesas, además de la plantilla, que cuenta con un 20% a través de una Sicav.

Sin embargo, el apoyo de los trabajadores puede resquebrajarse. Los sindicatos han criticado duramente que Roverato haya pedido a los empleados que no vendan sus acciones ahora a pesar del tirón en Bolsa. Las centrales dicen que el presidente 'ha perdido la razón'.

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