La maldición de los Habsburgo

Eche usted una ojeada a un mapa de la UE y verá un montón de países cuyo espíritu empresarial había estado enterrado durante décadas, y no solamente los que tenían un régimen comunista. Citaremos solamente dos ejemplos: España y Austria (...). España tenía muchas metas que alcanzar tras la finalización de la dictadura en los años setenta. Actualmente (...) pueden presumir de haber alcanzado índices económicos impresionantes. Es, por consiguiente, una lástima que los políticos de Madrid y Viena hayan adquirido, además de algunas buenas, las malas costumbres europeas: impedir que empresas extranjeras compren otras locales solamente por razones de tipo nacionalista.

Los políticos españoles están demostrando en la larga batalla por el control de Endesa que les gusta esa clase de intervención que fuera practicada durante mucho tiempo al otro lado de la frontera francesa (...). Mientras esto ocurría las compañías españolas y austriacas han estado comprando alegremente en otros países europeos (...). Comprar en Austria y España, sin embargo, no es tan fácil (...). Discriminar a los compradores extranjeros o preferir a uno más que a otro, como están haciendo los españoles, es una elegante manera de ahuyentar por completo a los inversores extranjeros.