¿Quién teme al señor lobo?
España está de moda. No paramos de salir en los medios internacionales, y no porque nuestra selección de fútbol asombre por juego y resultados en la fase de clasificación para la Eurocopa de 2008. Entre el culebrón de Endesa -que los finos ingleses llaman 'saga'- y las dudas en torno a la sostenibilidad del milagro económico español, últimamente no nos ponen muy bien.
Creo que son peores las dudas que surgen en torno al ciclo económico español que el circo que se ha montado con la opa sobre la eléctrica. No es que no sea grave que los inversores no hayan sido capaces de recuperar el habla después de lo que hemos visto, a todos los niveles, con Endesa. 'Ver para creer', dirán los alemanes. Ni creo que no vaya a tener consecuencias lo que ha pasado con la empresa española, porque las tendrá, en la medida que atenta contra el mínimo de seguridad jurídica necesaria para la toma de decisiones de inversión. Es que la salida del círculo virtuoso en el que estaba inmersa la economía española va a tener consecuencias más graves para todos en general y para la Bolsa, en particular. La pregunta, como bien indicaba recientemente Martin Wolf en el FT, no es si el ajuste de la economía española se va a producir, sino qué va a provocar.
Los pilares del espectacular comportamiento español son de sobra conocidos: peseta devaluada cuando entramos en el euro, periodo extraordinariamente largo de tipos de interés reales negativos y el maná de la construcción que ha provocado un fortísimo incremento en la mano de obra. Lo que, además de un crecimiento espectacular, ha motivado un descalabro de la balanza exterior en un entorno de productividad a la baja. El señor Wolf señor lobo, en inglés señala como el principio del fin de este círculo virtuoso la recuperación de las economías europeas, ya que va a causar -de hecho está causando- subidas de tipos y el final del dinero 'barato'. Quizá sea eso. O quizá no sea el BCE sino la Guardia Civil, como no hace mucho se apuntaba, en un brillante artículo, en referencia a los escándalos inmobiliarios con los que desayunamos día sí día también.
José Ramón Iturriaga. Gestor del fondo Okavango Delta de Abante Asesores.