Una autopista ferroviaria une los Pirineos con el corazón de Europa
La nueva ruta de tren para remolques de camiones se inaugura hoy entre Perpiñán y Luxemburgo
El anhelo de liberar la saturación que vive la conexión por carretera desde la frontera española en dirección a Europa se hace realidad. Francia y Luxemburgo estrenan hoy su autopista ferroviaria, una línea especial de tren de 1.050 kilómetros entre Perpiñán y Luxemburgo. Sus viajeros serán los miles de camiones que cada día atraviesan el país vecino para transportar sus mercancías hacia todos los rincones de Europa. Una solución fácil, económica y sobre todo ecológica que permitirá absorber hasta un 80% de emisiones de CO2 respecto al transporte por carretera.
Esta recién llegada vía alternativa será la más larga de las ya existentes en Europa, que hasta hoy escasean. Sólo existen conexiones de este tipo entre Alemania, Austria e Italia. El principio es sencillo: una vez llegados a la ciudad de Perpiñán, al sur de Francia, los remolques se instalan en un tren especial, de noche. Tras un viaje de 15 horas, llegan a Luxemburgo por la mañana. Allí son recibidos por el conductor de otro camión de su misma compañía, que se encargará de recogerla y retomar la carretera hasta el punto de entrega.
La ventaja es que, además de un ahorro de hasta siete horas en el trayecto (la media por carretera para atravesar Francia hasta Luxemburgo es de entre 18 y 22 horas), el conductor no se agota y la mercancía amanece en un punto idóneo del mapa europeo. A largo plazo, y para optimizar el recorrido, el conductor en espera en Luxemburgo podrá instalar a su vez su mercancía en el tren con dirección hacia Perpiñán.
Por el momento, la carretera absorbe el 80% del transporte de mercancías en Francia y frente a un simbólico 12% del tren. Esta tercera vía pretende a largo plazo ser una verdadera alternativa a la saturada carretera. Sólo alrededor de Perpiñán pasan cada día cerca de 5.000 camiones, y de ellos 1.500 suben hasta Luxemburgo.
La compañía Lorry-Rail, que explota el proyecto, fletará desde el mes de junio un tren de ida y vuelta por día, que podrá transportar hasta 40 camiones por convoy. Las perspectivas comerciales auguran de aquí a cinco años el transporte de 30.000 camiones al año, el 10% de la circulación de este eje de transporte por carretera. El coste previsto por cada tráiler es de 900 euros, frente a una media de 850 a 1.000 euros por carretera, 'un modesto ahorro del 10% y una ventaja más', explican desde la constructora Vinci, que controla el 19,9% de Lorry-Rail. En total, el proyecto ha necesitado una inversión de 54 millones de euros, 31 de ellos para las infraestructuras y 23 millones destinados a la compra de los vagones y de su puesta en servicio.
Uno de los retos determinantes será la puntualidad del servicio. Sólo la garantía sobre la fiabilidad de los horarios atraerá a las compañías de transporte de mercancías. Si la fórmula tiene éxito, el Ministerio de Transportes galo prevé la creación de una red nacional de autopistas ferroviarias, que se internará en un primer momento en el centro de Francia, para luego desdoblarse desde el Atlántico hacia la región æ#142;le-de-France, que rodea París. Un proyecto que necesitará, sólo para la realización de túneles, una inversión de 170 millones de euros.