Microsoft vende 20 millones de licencias de Vista en un mes
Microsoft, el mayor fabricante de software el mundo, anunció ayer que ha vendido 20 millones de licencias de su nuevo sistema operativo Windows Vista en su primer mes de presencia en el mercado, por encima de las previsiones de algunos analistas. El producto salió a la calle el pasado 30 de enero para el usuario doméstico.
Con estas cifras en la mano, la compañía de Bill Gates habría vendido casi el doble de licencias de Vista que de su predecesor, Windows XP, del cual comercializaron 17 millones de licencias en sus dos primeros meses de vida, según explicó Bill Mannion, responsable de gestión de productos Windows, que no quiso dar detalles más específicos sobre la evolución de las ventas del nuevo producto. No obstante, Windows XP salió a la venta apenas seis semanas después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, un periodo marcado por la ralentización del gasto empresarial y de los consumidores.
Roger Kay, presidente de Endpoint Technologies Associates, había anticipado que Microsoft vendería menos de 10 millones de copias durante el primer trimestre, informa Bloomberg. Este experto defiende que la discrepancia entre sus estimaciones y los números de Microsoft se deben al hecho de que la empresa contabiliza como una venta cuando el Windows Vista ha llegado tanto a los fabricantes de ordenadores como a los vendedores minoristas en lugar de a los consumidores finales.
Los datos facilitados ayer por Microsoft llegan tras haber enviado al mercado mensajes contradictorios desde la propia compañía durante las últimas semanas. Su presidente, Steve Ballmer, predijo al principio que los consumidores se moverían hacía Vista más rápidamente que hacia anteriores actualizaciones de Windows.
Sin embargo, a mediados de febrero, y en un intento de contener la euforia por las optimistas estimaciones que se manejaban en el mercado, el directivo aseguró en Nueva York que las previsiones de los analistas de Wall Street sobre las ventas del nuevo Windows Vista eran 'demasiado optimistas' para el año fiscal 2008.