Fotones, mejor que electrones
IBM va a desvelar hoy un prototipo de microprocesador que utiliza conexiones ópticas en lugar de las tradicionales (mediante semiconductores) y que, según publica el diario The Wall Street Journal es capaz de procesar 160.000 millones de bits por segundo, o lo que es lo mismo, 160 Gbit/s. Para entendernos, tantos datos como los que contiene una pelíucla de alta definición en una fracción de segundo.
Y no es simplemente un gesto de prepotencia tecnológica. La compañía planea tener este tipo de microprocesadores en la calle en un plazo de entre 18 y 30 meses, según declaran varios expertos al citado diario, pero eso sí, para un mercado especial: el de los supercomputadores y el de algunos servidores de red, ya que no sólo servirá para aumentar su capacidad de procesamiento, sino sobre todo para reducir drásticamente el espacio que necesitan, la energía que consumen y los gastos en refrigeración que conllevan.
Detrás de este salto tecnológico está un proyecto que ha sido cofinanciado por la conocida agencia DARPA, y una idea teóricamente obvia, pero que hasta ahora planteaba serias dificultades técnicas pero sobre todo de rentabilidad: sustituir las conexiones électricas (los datos se transmiten mediante electrones) por conexiones ópticas (en las que los fotones toman el papel de bits de información).
Como explica en el diario Dave Lammers, director de una comunidad social especializada en información técnica sobre microprocesadores (WeSRCH.com), en IBM "han trabajado en buscar modos de mantener bajos los costes", ya que la tecnología óptica "es el camino a seguir, pero hasta ahora era tan cara" que se hacía imposible adoptar soluciones basadas en ella.