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Software libre

Linux tiende puentes con Microsoft de la mano de Novell

“Microsoft sigue siendo un competidor en muchas áreas, pero después de que los consumidores elijan entre Windows y Linux, tenemos que colaborar”. El presidente de Novell, Ron Hovsepian, ha defendido así el acuerdo alcanzado en noviembre del año pasado con la compañía de Bill Gates, un asunto que ha causado polémica en la comunidad del software libre y que está siendo objeto de debate en BrainShare 2007, la reunión anual de Novell con sus desarrolladores, socios y usuarios. Hoy, por primera vez, un directivo de Microsoft ha participado en la apertura del congreso, y ha sido recibido con aplausos.

El centro de congresos de Salt Lake City (Utah, EE UU) acoge esta semana el encuentro BrainShare 2007, al que asisten este año más de 5000 personas procedentes de más de 75 países. En la primera jornada celebrada el lunes, Novell ha presentado nuevos productos que van desde una actualización de su distribución de Linux (Service Pack 1 para Suse 10) a un renovado gestor de escritorios (Linux Enterprise Thin Client), o herramientas para fomentar la colaboración en los entornos empresariales (Teaming and Conferencing).

El nuevo software no ha logrado sin embargo robarle protagonismo al tema que analistas, prensa y desarrolladores consideran lo más destacado del evento: esta es la primera gran reunión de Novell tras el acuerdo suscrito con Microsoft hace cinco meses.

Hovsepian lo tiene claro, y ayer se mostraba “entusiasmado por trabajar con otros miembros del sector como Microsoft”. Novell es consciente del efecto que el acuerdo ha causado en la comunidad, y para explicar sus razones juntó en el escenario principal de BrainShare a su vicepresidente, Jeff Jaffe, con Craig Mundie, director de estrategia global del fabricante de Windows. “Hace un año no podíamos pensar que Craig estaría aquí con nosotros”, ha señalado Jaffe, “pero con el acuerdo ganan todos: Microsoft, Novell y, sobre todo, los usuarios”.

Compatibilidad en entornos mixtos

Novell defiende el acuerdo por la necesidad de establecer puentes entre Windows y Linux que permitan a las compañías manejar sus infraestructuras tecnológicas sin tener que optar sólo por una de las plataformas. “Hace 30 años una empresa podía elegir entre 50 sistemas operativos diferentes, pero hoy en día la elección se limita a Linux o Microsoft”, según Jaffe, que ha recordado que en muchos casos ambos sistemas conviven en las infraestructuras informáticas de las compañías.

La cohabitación es causa frecuente de dolores de cabeza entre los administradores, que en muchos casos echan de menos herramientas que permitan configurar el escritorio de sus usuarios y los derechos de éstos de forma centralizada, rápida y sencilla, según Novell. Esta demanda es la que llevó a Novell a negociar con Microsoft un acuerdo, firmado hace cinco meses, en el que ambas compañías se comprometen a no demandarse por asuntos de propiedad intelectual, y se disponen a colaborar para proporcionar a sus clientes el software necesario para garantizar la interoperabilidad de sus productos.

Los primeros frutos de la colaboración de ambas empresas se han podido ver en demostraciones realizadas en Brainshare, donde se han mostrado por ejemplo herramientas que permiten gestionar desde Linux un directorio de usuarios que usan Windows, o cómo un documento creado con herramientas de software libre puede utilizarse en aplicaciones de Microsoft sin que ello suponga la pérdida de datos o la modificación de formatos.

Reafirmar el compromiso con Linux

Los asistentes al congreso han recibido estos desarrollos con algunos aplausos, pero no toda la comunidad de software libre ve con buenos ojos el acuerdo entre Novell y Microsoft. Hasta Salt Lake City se ha desplazado uno de los miembros más críticos de este grupo, Bruce Perens, que convocó a la prensa en un edificio cercano para defender que la colaboración con un fabricante de software ‘propietario’ ?término que se usa en contraposición al software de código abierto o libre- puede hacer que el código desarrollado por la comunidad acabe formando parte de la propiedad intelectual de una compañía.

Estos argumentos han cuajado hasta tal punto en la comunidad de software libre que pueden llegar a condicionar la elaboración de la nueva versión de la que se considera norma fundamental de este tipo de programas, la General Public License (GPL). Se trata de un texto que determina las condiciones de uso del código libre, y que en su segunda versión cumplen los programas de Novell. La tercera edición está elaborándose desde hace tiempo, y en ella podría incluirse una cláusula para impedir que cualquier desarrollo patentable creado a partir de software libre pueda seguir usándose según las condiciones de éste.

Preguntado por el asunto, Hovsepian ha preferido no pronunciarse alegando que sería “inapropiado tratándose de un tema que aún se está discutiendo”, y ha insistido en que el compromiso de Novell con Linux sigue estando vigente. El sistema operativo libre es, según ha afirmado, “parte fundamental de nuestra estrategia”. Un mensaje varias veces repetido en Brainshare, un encuentro en el que Novell ha puesto toda la carne en el asador para reafirmar su compromiso con Linux.

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