Un oasis en lo alto de Lisboa
En la bulliciosa Lisboa, el barrio de Lapa es casi un oasis para el turista. Y dentro de esta zona, donde se concentran las embajadas de muchos países europeos, el Lapa Palace es un remanso de tranquilidad. Atravesar el palacete que alberga las grandes suites del hotel y sus espectaculares salones permite llegar a un frondoso jardín, cuya vegetación aún da al huésped una mayor sensación de tranquilidad.
El Lapa Palace es un hotel en el que se encuentra tanto a gente de negocios como a turistas. Pero todos tienen en común el alto poder adquisitivo, puesto que el hotel es posiblemente uno de los mejores de toda Lisboa. 'Trabajamos para que sea el mejor', explica con orgullo la relaciones públicas del hotel y esposa del director, Doris Fabris.
El hotel cuenta con dos alas, una de nueva planta en las que se concentran las habitaciones estándar y la principal, la que tiene como eje el antiguo palacete construido inicialmente en 1870 y posteriormente renovado a finales del siglo XIX. Las habitaciones que ocupan este ala son muy especiales. Cada una tiene una decoración específica que las hace únicas. Destaca la voluntad de mantener el aire aristocrático del palacio en todas sus estancias. Entre todas las habitaciones, la que más destaca es la de la torre, una suite que incluye una pequeña terraza sobre el torreón que forma una de las esquinas del palacio, con unas vistas únicas sobre el estuario del Tajo que lo convierte en lugar especial.
Entre los servicios del hotel, los salones, decorados con las pinturas originales de Columbano, o con las cerámicas y muebles de Rafael Bordalo. Y para los amantes del té, no hay que perder de vista el bar del hotel, que cuenta con una extensa gama de esta infusión que incluye 42 variedades procedentes de todo el mundo.
Un 'Spa' de La Prairie
La piscina interior del hotel Lapa Palace, con su claraboya que actúa a modo de solario, es el elemento sobre el que gira el spa y que está decorada con la típica cerámica portuguesa. Pequeño pero muy completo, destacan los tratamientos de una de las marcas más exclusivas de cosméticos del mundo, La Prairie. Quizá el que más llama la atención, es el tratamiento facial a base de caviar, aunque naturalmente el precio no está al alcance de cualquiera. En todo caso, la lista de tratamientos es muy extensa. Un gimnasio, salas de masajes, entre ellas una de aire oriental llamada Shiatsu Room, sauna y baño turco completa la oferta de salud del hotel. En verano, además, se puede recibir masajes en el exterior, en el jardín en el que también está la piscina al aire libre.