Seat plantea reducir la plantilla en unas 1.600 personas, un 10% del total
Seat ha planteado a los sindicatos una reducción de plantilla de unas 1.600 personas en todos sus centros de trabajo en un plazo de tres años, hasta 2009. Esto supondría un recorte del 10% del empleo, según fuentes de la compañía automovilística. El ajuste de plantilla, que se empezará a negociar formalmente a partir de ahora, se llevará a cabo a través de prejubilaciones a partir de los 58 años, bajas incentivadas y excedencias (todas ellas, medidas de carácter voluntario).
La regulación de empleo supondrá la paralización del contrato de relevo, que establece la jubilación parcial de un trabajar de sesenta años y su sustitución por otro más joven.
La plantilla actual, integrada por unos 13.540 trabajadores, tiene capacidad para fabricar 480.000 automóviles, lejos de los 406.000 vehículos producidos el anterior y de los 390.000 de 2005, lo que ha motivado el ajuste.
El expediente afectará a todos los centros: desde la fábrica de Martorell (Barcelona), la factoría de la Zona Franca de Barcelona; al centro de recambios, el centro técnico y Gearbox, filial de cajas de cambio situada en El Prat de Llobregat (Barcelona). Juntas, suman una plantilla total próxima a las 16.000 personas.
Por otro lado, el pasado día 10 de marzo, el nuevo presidente de Volkswagen (VW), Martin Winterkorn, formuló un ultimátum a Seat: tiene dos años para dar un vuelco a su situación y abandonar las pérdidas, ser líder de ventas en España, aumentar los volúmenes y recortar los costes. Winterkorn se mostró convencido de que antes de 2009 podrá "recoger los primeros frutos" de una reestructuración en Seat que el consorcio da por segura. æpermil;sta se hará "al estilo Volkswagen", con prejubilaciones e indemnizaciones que incentiven bajas voluntarias, añadió, sin cuantificarlas, el jefe de Recursos Humanos, Horst Neumann.
Precisamente hace poco más de una semana, la fábrica de Martorell realizó una semana de paro para evitar la acumulación de coches sin vender. Entonces, se procuró recurrir a medidas de flexibilidad no traumáticas, como el uso de la bolsa de horas (que regula el tiempo de trabajo en función de la demanda del mercado) o de la denominada jornada industrial (diferencia entre días de fábrica abierta y jornada anual de cada empleado).