La Junta de Andalucía duda de que Delphi esté en pérdidas
La Junta puso en duda ayer que la factoría de Delphi en Puerto Real se encuentre en pérdidas como sostiene la compañía para justificar el cierre. Los trabajadores avalan esta idea y denuncian que Delphi desvió tecnología a Europa del Este y vendió por debajo de coste en un plan premeditado para clausurar esta fábrica.
La Junta de Andalucía ya trabaja en la búsqueda de una empresa que se haga cargo de la planta de Delphi, pero no abandona su estrategia de revisar con lupa las cuentas y las intenciones de la multinacional. El consejero andaluz de Innovación, Francisco Vallejo, exigió ayer a la compañía 'que cumpla con sus obligaciones legales y contractuales', al mismo tiempo que aseveró que la empresa 'no puede decir simplemente que va a cerrar porque dé pérdidas', aspecto éste que, según indicó, 'es hasta cuestionable'. A su juicio, 'no hay ninguna justificación legal para el cierre'.
'Estamos analizando en profundidad las cuentas, las ayudas y las inversiones que ha realizado la empresa', según prosiguió Vallejo, que insistió en que la Junta 'se encuentra en un proceso, por un lado, de obtención de todos los datos necesarios para saber cuál es la situación de la empresa y, por otro, de exigencia a Delphi para que cumpla con la ley y con sus compromisos'.
Por todo ello, el titular de Innovación, aseguró que la Junta 'está dispuesta a llegar donde sea necesario para defender los intereses de los 1.600 trabajadores de la empresa'. En esta misma línea se pronunció también ayer el presidente Manuel Chaves, quien aseguró que la plantilla 'tendrá a la Junta como su mejor aliado'.
La plantilla teme que la firma se declare en quiebra y deje de abonar las nóminas
También el comité de Delphi pone en duda las cuentas de la empresa. Su presidente, Antonio Pina, acusó a la multinacional de urdir un 'plan maquiavélico' desde noviembre de 2006, cuando llegó el director de la planta de Puerto Real, Gonzalo Herrera, para provocar el cierre de la factoría, ya que indicó que ha adquirido subvenciones de las administraciones 'que después han pasado a otras plantas con menos coste de mano de obra', poniendo como ejemplo Polonia. Además, aseguró que Delphi ha obligado a vender productos a otras plantas por debajo de sus costes de fabricación y a comprar productos a otras plantas por encima de sus precios de mercado, lo cual beneficia a las plantas de países del este.
Asimismo, Pina manifestó que hay que exigir a las administraciones el cumplimiento del Plan Industrial 2005-2010, ya que 'hasta ahora no han hecho nada y hay que pasar de las palabras a la acción'. Por otra parte, manifestó su temor a que la empresa declare una quiebra técnica, ya que significaría que los primeros en cobrar serían los proveedores y los últimos los trabajadores.
Por su parte, Delphi afirmó ayer que ha abonado las nóminas pendientes hasta el 15 de marzo, incluyendo pagas extraordinarias.
La firma prevé una reducción de los ingresos del 25% en el mes de abril 'por el deterioro progresivo de las ventas'.
Protestas más duras y con eco en la UE
El presidente del comité de empresa de Delphi, Antonio Pina, anunció ayer que el próximo lunes acordarán un nuevo calendario de movilizaciones, en el que no descartan ni huelgas de hambre ni cortes de carretera, y exigen a las administraciones 'que pasen de las palabras a los hechos'.La plantilla recibió ayer el respaldo de la plana mayor de la Federación Europea del Metal (FEM), que se reunió en Cádiz y acordó una serie de acciones 'coordinadas y solidarias' a nivel europeo con las que, advirtió, 'sorprenderemos a Delphi', ya que la decisión de cerrar su planta en Puerto Real puede producir un 'impacto' internacional de 35.000 empleos. El coordinador europeo de los comités de Delphi, el británico Tony Murphy, tachó la decisión de 'inmoral' y acusó a la empresa de 'robar a los españoles' subvenciones y tecnología en su estrategia de 'deslocalizar en la Europa occidental para transferir a la del Este'.