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Aeronáutica

Gallois asegura que EADS no necesita por el momento una ampliación de capital

En el país vecino siguen corriendo ríos de tinta sobre la crisis sin precedentes que atraviesa el constructor aéreo Airbus. Políticos, observadores, sindicatos, accionistas y sobre todo candidatos presidenciales franceses aportan información y mucha desinformación, en plena campaña electoral. La voz de Louis Gallois, presidente de la compañía y copresidente del consorcio aeronáutico EADS, matriz de Airbus, entró ayer en el debate aportando algo más de luz sobre el fondo de la crisis y las posibles salidas.

En primer lugar, la ampliación de capital de EADS que con tanta precipitación anunció hace unos días el primer ministro, Dominique de Villepin, barajando una mayor presencia del Estado francés (que ya tiene un 15%), 'no es urgente por el momento', según explicó Gallois a una emisora de radio local. 'La tesorería de EADS es positiva, aunque sabemos que en los próximos años necesitaremos financiación externa. El consejo de administración no excluye un aumento de capital', que sería 'de menos de 5.000 millones de euros'.

Esto es precisamente lo que ha costado a la empresa los retrasos del gigante A-380 entre 2006 y 2010, 'razón que activó el plan Power 8', según explica Gallois en una entrevista al diario Le Monde. Aunque el verdadero reto a medio plazo será contrarrestar el nefasto impacto de la caída del dólar frente al euro. 'Cuando el dólar baja 10 céntimos, la compañía pierde 1.000 millones', añade.

En cuanto a las responsabilidades de los antiguos dirigentes de la empresa respecto al marasmo actual, Gallois insiste en no querer entrar en el debate. 'Tuvimos una cierta euforia en Airbus y EADS. El dólar era fuerte y Boeing atravesaba dificultades, lo que llevó a aplazar la racionalización e integración de Airbus'.

El dirigente reconoce que la empresa no estuvo lo suficientemente atenta sobre algunos gastos. Por eso ahora 'Power 8 es ineludible'. No se tratará de eliminar puestos de trabajo en producción o en desarrollo, sino en aquellos empleos 'de estructura. Tenemos que movilizar a la empresa, que tiene costes administrativos demasiado elevados', añade Gallois.

Una hostilidad muy persistente

Las hostilidades francoalemanas persisten. Han alcanzado incluso a la prensa, que analiza el reparto 'equitativo' de la carga de trabajo entre Francia y Alemania como una pérdida para la parte francesa. Según el plan, el A-350 se ensamblará en Toulouse, y Hamburgo se quedará con la cadena de montaje del A-320 y el ensamblaje de su sucesor.La realidad es que, lejos de haber salido ganadores, este reparto se remonta a un acuerdo firmado en el año 2000 por los dirigentes de Airbus, a cambio de que Francia obtuviera el 70% del ensamblaje del A-380. 'Nunca respetamos tal acuerdo, cuya existencia he descubierto a mi llegada. Ahora lo haremos', según explica Gallois en el vespertino Le Monde.

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