Londres destapa los secretos del espionaje
Tras el asesinato en Londres del espía ruso Alexander Litvinenko, era lógico que una exposición del espionaje despertase el interés del público. Pero la afluencia en los primeros días a la exposición en el Science Museum londinense (www.sciencemuseum.org.uk) ha desbordado los cálculos más optimistas de los organizadores.
Titulada La ciencia del espionaje, la exposición, que es la mayor muestra interactiva del mundo del espionaje, permanecerá abierta al público hasta el próximo 10 de septiembre.
'Esta exposición ofrece a toda la familia una visión del material y las técnicas utilizados en el mundo del espionaje moderno, además de una oportunidad de conocer a fondo la realidad del oficio del espía', comenta Harry Ferguson, asesor técnico de la muestra y antiguo agente del servicio secreto británico MI6. 'El espionaje en el siglo XXI es un asunto serio y forma parte de nuestras vidas. Todos actuamos como espías por una razón u otra, desde las grandes empresas multinacionales hasta los niños que delatan las travesuras de sus hermanos mayores', comenta.
Durante la visita, los aspirantes a espía aprenden a seguir distintas pistas
La misión de La ciencia del espionaje consiste en poner a prueba la capacidad de cada visitante para recoger datos, descifrar claves y manejar la tecnología de los servicios secretos. Según van entrando en la exposición, los visitantes reciben un carné que les acredita como aspirante a espía (eventual), con el aviso de que sin este documento no se puede realizar la formación profesional de agente de espionaje. A partir de ese momento el público, entre el que figura un número sorprendente de adultos, pasa por el Centro Tecnológico donde recibe un escáner biométrico de la cara que les permite infiltrar la misteriosa organización Osteck.
Durante la visita al Spyworld (Mundo de espionaje), los aspirantes a agentes secretos aprenden a evadir la vigilancia de un escáner corporal y cerebral, después de conseguirlo tienen que tratar de descubrir las pistas ocultadas en una serie de desafíos interactivos.
Los agentes que participan en la exposición deben seguir la huella del enigmático y misterioso Señor Grant. Hay que vaciar la basura de su casa con el fin de descubrir pistas de su paradero y sus actividades criminales. También hay que disfrazarse para pasar inadvertido en su presencia y aprender a reconocer mentiras, pasar mensajes a otros agentes, fabricar un documento de identidad falso y empalmar todas las pistas para llegar a la verdad del caso. Por último, para aprobar el cursillo de formación de espía, hay que salir a gatas de la exposición sin ser detectado por unos rayos láser.