El CO2 participa en el Salón de Ginebra
El Salón Internacional de Ginebra, que ayer se abrió por primer día a la prensa, ha proporcionado la primera ocasión desde que la UE anunció sus planes para limitar las emisiones de CO2 para que los principales directivos de los primeros fabricantes de automóviles se reúnan bajo un mismo techo. Bruselas lanzó recientemente un primer proyecto de limitar en 2012 las emisiones de dióxido de carbono a 130 gramos por kilómetro recorrido, más diez gramos adicionales provenientes de tecnologías relacionadas, como los neumáticos.
De esta manera, sin mediar pregunta alguna, todos los fabricantes expresaron ayer en casi todas las presentaciones su profundo respeto por el medio ambiente. No sólo eso, la práctica totalidad de los lanzamientos del salón lo constituyen coches pequeños, poco contaminantes, o que funcionan con combustibles alternativos. Hasta BMW y Porsche, que se han mostrado muy beligerantes con la posible legislación europea anunciaron ayer modelos y medidas para adaptarse a la nueva realidad.
El máximo responsable ejecutivo de Toyota, Katsuaki Watanabe, fue el primero en abrir fuego. La compañía presenta el Auris, el modelo compacto que sustituirá al legendario Corolla (que sólo quedará como berlina). Watanabe aseguró que las medidas propuestas por la CE suponen 'un reto', si bien rehusó extenderse más debido a que el fabricante no forma parte de la patronal europea, Acea, por deseo de la organización. 'Toyota tiene la intención de mejorar la calidad de todos los aspectos de sus operaciones, con especial interés en la calidad de los vehículos y en la reducción del impacto de éstos sobre el medio ambiente', aseguró.
La pregunta obligada: ¿Está interesado en la compra de Chrysler?
El presidente de General Motors, Rick Wagoner, eludió durante su intervención referirse directamente a las medidas de la CE, pero afirmó que GM está decidida a reducir las emisiones y, por ello, ya cuenta con versiones ecológicas de todos los modelos de su gama. Además, presentaron dos prototipos ecológicos (uno de ellos con pila de hidrógeno) y un Saab que funciona exclusivamente con biocombustible. Además, mostró los Chevrolet HHR y Camaro, que llevará a Europa. De Cadillac mostró el CTS.
El vicepresidente y responsable de desarrollo de producto de Renault, Patrick Pelata, aseguró a Cinco Días que la CE 'tenía que hacer algo', pero que los plazos propuestos son demasiado severos y estos podría hacer caer hasta en un 20% las ventas de automóviles a causa del alza de precios. 'No se trata de un frente latino contra Alemania', aseguró. Renault lanzará este año su coche de bajo coste Logan en Irán, India, Brasil y Argentina.
El nuevo presidente de PSA Peugeot Citroën, Christian Streiff, ve 'muy difícil' cumplir con la normativa sobre emisiones, sobre todo por la fecha impuesta, aunque aseguró que el fabricante francés está cumpliendo sus metas de respeto del medio ambiente, como pone de manifiesto que gran parte de sus vehículos no superen los 110 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. Streiff, eso sí, expuso su deseo de que Bruselas valore 'por igual a todos' ya que, en su opinión, 'no sería justo que los ricos pudieran contaminar más que los pobres', en clara referencia a los fabricantes alemanes.
El CO2 no es la única cuestión de moda en la industria del motor. La posible compra de Chrysler, para la cual su dueño DaimlerChrysler baraja 'todas las posibilidades', fue una pregunta planteada a todos los directivos. Y la mayor parte han dado la misma respuesta. 'No' fue -más o menos- la palabra usada por Watanabe, el presidente de Toyota; lo mismo que el de PSA, Streiff, grupo del que se dice planea su regreso a EE UU. El principal directivo de GM, Rick Wagoner, se limitó no comentar la hipótesis. Ayer, el presidente DaimlerChrysler, Dieter Zetsche, expresó su confianza en que la reestructuración de Chrysler -13.000 empleos menos y cierre de una planta- funcione.