Terrorismo e inmigración protagonizan la cumbre hispano-marroquí
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó ayer a Rabat, capital de Marruecos, donde participa en la séptima reunión de alto nivel entre España y Marruecos.
La propuesta marroquí de autonomía para el Sahara Occidental (que presentará ante la ONU en abril y que ya ha sido rechazado por el Frente Polisario), la cooperación en materia de inmigración y la lucha conjunta contra el terrorismo centrarán el interés de esta cumbre, de la que no se esperan numerosas firmas de acuerdos, ya que, según sostienen fuentes del Gobierno, cuanto más fluidas son las relaciones con un país, menos se aprovechan estas reuniones para cerrar acuerdos pendientes.
A su llegada a Marruecos, el presidente del Ejecutivo fue recibido por el primer ministro marroquí, Dris Jettu, al que presentó la delegación española, compuesta por los ministros de Asuntos Exteriores, Justicia, Interior, Fomento, Educación, Trabajo, Industria y Agricultura. Posteriormente, Zapatero se trasladó al Mausoleo de Mohamed V, donde se encuentran sepultados Mohamed V y Hassan II, abuelo y padre, respectivamente, del actual monarca, en donde depositó descalzo, tal y como marca la tradición, un ramo de flores en cada una de las tumbas.
Tras esta visita comenzaron las reuniones de trabajo, con encuentros sectoriales entre los ministros de ambos países y con la entrevista que mantuvo Zapatero con el primer ministro marroquí, quien invitó posteriormente a la delegación a una cena de gala. La cuarta reunión entre Zapatero y el rey de Marruecos, Mohammed VI, se producirá hoy a partir de la 13.00 horas.