El mejor perfil para ser gestor de capital riesgo
A primera vista, en el currículo de José Manuel Cano, director general de Menorquin Yatchs, no se advierte ni rastro de experiencia en astilleros. Licenciado en Business Administration por la Universidad de Bournemouth (Inglaterra) y máster en dirección general por Harvard Business School, Cano ha desarrollando su carrera en importantes firmas nacionales y extranjeras, entre las que destaca AT&T, OFSA (Organización Farmacéutica Sociedad Anónima) y Chronoexpres, del grupo empresarial de Correos. Y, sin embargo, cuando hace dos años la firma de capital riesgo Mercapital decidió entrar en el accionariado de Menorquin, Cano fue la persona elegida para el proyecto.
El ejemplo de José Manuel Cano sirve para ilustrar una tendencia creciente a la hora de seleccionar ejecutivos para gestionar empresas participadas por este tipo de inversiones: la de primar el espíritu emprendedor y la visión estratégica, por encima de la especialización técnica. 'El capital riesgo hace cada vez operaciones de mayor tamaño. Como resultado de ello, las entidades tienen que invertir mucho más en gestores que sean capaces de darle la vuelta a las compañías. Y ahí se presenta una de las grandes dificultades: el mejor directivo de un determinado sector no tiene por qué ser el mejor gestor para una empresa de capital riesgo', explica Ignacio Bao, socio director de la firma de cazatalentos Bao & Partners.
Los expertos aseguran que contar con un equipo gestor adecuado es una carta indispensable para salir airoso de un proyecto de este tipo, ya se trate del lanzamiento o desarrollo de una empresa, de su consolidación o de su salida a Bolsa. Lo mismo ocurre cuando el objetivo es la exclusión del mercado secundario, la realización de operaciones de MBO (compra o participación en el capital de una compañía por su equipo directivo) o de MBI (compra o entrada en el capital por un empresario o equipo directivo que se incorpore de fuera).
'El mejor directivo de un sector no tiene por qué ser el mejor gestor de una empresa participada'
Tres perfiles
Pese a ello, diversos estudios apuntan que los recursos humanos constituyen una suerte de talón de Aquiles para este sector. Es el caso de España, donde no resulta fácil seleccionar perfiles adecuados. 'Lo que se busca son ejecutivos con espíritu emprendedor, capaces de maximizar el valor de la compañía lo más rápido posible. Se busca capacidad de gestión y, en ese sentido, se están admitiendo incluso gestores de un sector diferente, siempre que tengan esa capacidad y ese empuje', advierte Bao.
A la hora de afrontar la búsqueda, la situación depende del tipo de compañía de que se trate. Mientras que en un negocio nuevo, normalmente el fundador se incorpora como gestor, en otras compañías hay que afrontar la tarea de valorar al equipo gestor e identificar tanto a los ejecutivos clave como a los que suponen una carga. 'La selección de cuáles siguen y cuáles no es muy importante. La empresa va a redimensionarse y puede ocurrir que haya gestores magníficos en la situación anterior que no sirvan para esta nueva etapa', resume Alfonso Areitio Basagoiti, abogado del bufete Gómez-Acebo & Pombo y uno de los autores del libro Capital Riesgo (Thomson Aranzadi).
Según Areitio, este proceso implica adoptar dos tipos de estrategia. 'A los que no son adecuados para el proyecto hay que buscarles una salida, ya sea vía prejubilaciones, indemnizaciones o abono de blindajes si es el caso; mientras que al resto hay que incentivarles con un sistema de remuneración en línea con el socio capitalista', explica.
Tres son los grandes modelos de gestores que pueden identificarse en las operaciones de capital riesgo; los fundadores ( persona que aporta una idea brillante, aunque no tiene capital, y busca inversores capitalistas); los business angels (emprendedores o profesionales de éxito que aportan capital y experiencia) y los managers (directivos vinculados o no con la compañía adquirida o participada que invierten su conocimiento y experiencia).
Entre esos tres grupos de directivos abundan perfiles que provienen de la consultoría y la banca de inversión, aunque factores como el cada vez mayor volumen de operaciones o la especialización sectorial han abierto la puerta a otro tipo de profesionales, como los directivos del sector bancario y el energético. 'Cada vez se necesita de una mayor implicación de los gestores y consejeros en la gestión de las participadas y en la definición de sus estrategias. A ello contribuirá el cada vez más nutrido y variado elenco de profesionales que está accediendo a este sector de actividad', concluye Alfonso Areitio.
El aliciente de un salario generoso
'Antes se pedía a estos directivos un esfuerzo en cuanto a salario; al principio se les pagaba menos y al final tenían una recompensa. Ahora no es así, se paga al mercado', resume Ignacio Bao, socio director de la firma de cazatalentos Bao & Partners. Las fórmulas de remuneración de los gestores de empresas participadas por capital riesgo se ajustan a diversos modelos, pero todas ellas tienen dos características comunes: la primera es que pretenden alinear al gestor con los objetivos de los inversores capitalistas, mediante la entrega de acciones y bonus a los que se aplican multiplicadores en función de la revalorización de la empresa; la segunda, es que las cifras de esos salarios son muy elevadas.Los sueldos también son un buen aliciente en las entidades que invierten. Así, según un estudio de Bao & Partners sobre los salarios del sector de capital riesgo, durante 2005 el sueldo variable de los profesionales de las firmas creció de media un 113%. En el caso de los directores de inversión, el bonus aumentó un 119,74%, mientras que para los ejecutivos de inversión, el paquete variable creció un 136,68% y para los analistas, lo hizo en un 85,25%. Los salarios fijos no se quedaron atrás. Como ejemplo, un director de inversiones obtuvo un salario fijo de 137.308 euros, al que hay que sumar el variable (83.500 euros), con lo que el sueldo anual bruto fue de 220.808 euros de media.