Enel necesita permisos de la CNE pero podrá sentarse en el consejo de Endesa
La CNE debe otorgar dos permisos a Enel para ejercer sus derechos en Endesa, aunque se va a librar del más importante. En estos momentos, dado que es propietaria de Viesgo, tiene impedimento legal para sentarse en el consejo de Endesa. Sin embargo, esa filial dejará de ser en breve operador principal del sector eléctrico (le sustituirá Gas Natural), con lo que desaparece su incompatibilidad en la primera eléctrica.
Enel parece haber llegado en el momento más oportuno a Endesa. La compañía italiana necesita dos tipos de autorización de la Comisión de la Energía. La primera, por la llamada función 14 de la Ley de Hidrocarburos para comprar (o ejercer los derechos políticos) por encima del 10%, pues se trata de una operación de concentración por parte de una compañía (extranjera o de otro sector), en una compañía energética que tiene activos regulados.
Este ha sido el caso de tres recientes incursiones: la de Acciona en Endesa; la de ACS en Iberdrola y la de Sacyr en Repsol. En todos estos ellos, y también en el de Enel, las compradoras solicitaron autorización para alcanzar el 24,9% del capital en sus respectivas participadas, límite que ninguna ha alcanzado. El plazo para dar una respuesta es de un mes, ampliable para la solicitud de información o la personación de empresas afectadas. Todo apunta a que Endesa, como ha hecho siempre, se personaría en el trámite.
Además, la italiana, al igual que ACS en Iberdrola, tiene en estos momentos incompatibilidad legal para sentarse en el consejo de Endesa, porque es, a su vez, propietaria de otra eléctrica española, Enel Viesgo, que tiene la consideración de operador principal del mercado . Además, si así lo desea, debe pedir permiso al regulador para ejercer el voto en las juntas por encima de la limitación legal del 3%. La CNE acaba de ampliar los derechos de ACS (propietaria de otro rival, Fenosa) en las juntas de Iberdrola, tras un proceso que ha durado cuatro meses.
La italiana, por ser una empresa pública, debe ser autorizada por el Gobierno a ejercer sus derechos
Listas anuales
Sin embargo, Enel se va a librar de las consecuencias de una limitación que impone el real decreto 6/2000, que impide ejercer simultáneamente los derechos políticos de los accionistas que tienen participaciones en dos operadores principales de los distintos sectores energéticos. Estos figuran en las listas que elabora cada año la CNE y son las empresas con las cinco mayores cuotas de mercados. Y, aunque Enel Viesgo sólo tiene un 4% del mercado eléctrico, en el último año ha figurado (por primera vez, y tras ser retirado por ley el gestor del sistema, REE) como el quinto mayor operador principal. Por delante están Endesa, Iberdrola, Fenosa y Cantábrico.
Sin embargo, en la nueva lista anual que ha elaborado y está a punto de aprobar la CNE, la filial española se descuelga de la misma, según fuentes de Enel. En su lugar se colocará, como quinto operador de la luz, Gas Natural.
Por último, Enel, por ser una compañía pública, debe también pedir permiso al Gobierno (con un informe preceptivo de la CNE) para ejercer todos sus derechos políticos en Endesa, en cumplimiento de un real decreto aprobado en su día por el gobierno del PP.
Este trámite no suele revestir problemas, pues la respuesta ha sido siempre afirmativa. Precisamente, en estos momentos, la CNE elabora un informe sobre la petición que la estatal argelina Sonatrach ha hecho para ejercer sus derechos políticos Medgaz. El plazo para este trámite es de dos meses.
El papel de la italiana en la junta del 19
Dado que los plazos hasta obtener los derechos políticos que necesita para su participación en Endesa, se prolongarán más allá de la fecha de la junta extraordinaria que la eléctrica opada celebrará el próximo 19 de marzo, es evidente que Enel no podrá ejercerlos en una asamblea que es clave. En ella se someterá a los accionistas el levantamiento de los derechos políticos, limitados ahora por los estatutos en un 10%, y que es una de las condiciones que Eon ha impuesto para liquidar su opa.Sin embargo, aunque la compañía transalpina no tendrá derechos en ella, su participación restará, en principio, votos afirmativos. Para cambiar los estatutos es necesario el apoyo de más del 50% del capital. Con todo existen dudas de interpretación entre si debe computar todo el capital suscrito o sólo el capital con derecho a voto. En este caso, el paquete que para entonces haya comprado Enel, no se contaría. Tampoco la mitad del capital que tiene Acciona, un 21%.Según comunicó ayer Enel a la CNMV, todavía no ha tomado ninguna decisión sobre esta junta extraordinaria. No obstante, añadió la compañía, 'en este momento, está analizando los aspectos legales relevantes'.