Navantia y Tenix dan el impulso final al contrato de Australia
Navantia y su socio australiano Tenix han dado el impulso final a su propuesta para hacerse con un contrato de 1.200 millones en Australia para la construcción de dos buques anfibios, subrayando la fiabilidad de su oferta frente a la de su rival, el consorcio formado por Armaris y ADI.
El grupo público de construcción naval Navantia sabe que se juega buena parte de su futuro inmediato en Australia. El próximo mes de julio, el Ejecutivo de Canberra adjudicará dos proyectos millonarios en los que el grupo español es finalista: por un lado, la construcción de dos buques anfibios, un contrato valorado en 2.000 millones de dólares australianos (1.205,3 millones de euros al cambio actual); y, por otro, el diseño del barco para el programa estrella de la Armada de Australia, destinado a la construcción de tres fragatas y que tiene un presupuesto de 6.000 millones de dólares australianos (3.614 millones de euros).
Por eso, el presidente de Navantia, Juan Pedro Gómez Jaén, ha llevado a cabo una visita de cinco días al país, con el fin de dar el impulso final a ambos proyectos y reforzar su posición a cinco meses escasos de la decisión definitiva.
En el caso de los buques anfibios, Gómez Jaén se entrevistó con Paul Salteri, máximo responsable de Tenix, principal contratista militar australiano y socio local de Navantia en el proyecto. Los dos ejecutivos terminaron de ajustar los compromisos de su oferta en materia presupuestaria y de fechas de entrega e intercambiaron información sobre las empresas auxiliares australianas que estarían dispuestas a colaborar en la construcción de parte de los buques y, sobre todo, a actuar como contratistas para la asistencia y mantenimiento de las naves. 'Esto abre significativas posibilidades para la creación de empleos estables y cualificados para los australianos', subrayó Tenix en un comunicado.
Las compañías destacaron también la fiabilidad de su oferta frente a la de su rival, el consorcio galo Armaris (joint venture de DCN y Thales) que, junto al grupo de defensa australiano ADI, apuestan por una versión del Mistral de la Armada francesa. A su juicio, el diseño y la estrategia de construcción de Navantia y Tenix garantizan 'el menor riesgo y la mayor capacidad' para Australia. El grupo español compite con una versión del Buque de Proyección Estratégica (BPE) que, en la actualidad, construye para la Armada española en los astilleros de la ría de Ferrol.
Evolución de la F-100
En el caso de las fragatas, Navantia pugna con la firma estadounidense Gibbs & Cox por lograr entrar en el programa de la Marina australiana con un diseño modificado de las fragatas F-100 de la Armada española. En este caso, el Gobierno de Australia tiene previsto que los buques los construya el grupo local ASC en sus instalaciones de Osborne y que, en el desarrollo, también participe la filial australiana de Raytheon en la ingeniería de los sistemas de combate.
Tanto en este proyecto como en el de los buques anfibios, Navantia ha destacado ante las autoridades australianas las posibilidades de negocio que el grupo español puede ofrecer en el futuro a empresas de las antípodas que trabajan en el sector naval, gracias a su experiencia y contactos en el mercado internacional.
Contrato de cinco millones con IBM
La multinacional IBM informó ayer de que se ha adjudicado un contrato para ofrecer servicios tecnológicos a Navantia por 5,5 millones de euros. En concreto, IBM gestionará durante los próximos cinco años el ordenador central (mainframe) del grupo naval, es decir, la infraestructura tecnológica sobre la que operan aplicaciones clave para la gestión de su negocio. El acuerdo permitirá a Navantia centrarse en el negocio naval y delegar la gestión de la tecnología, que incrementará su disponibilidad en caso de incidencia, ya que las actividades del ordenador podrán ser retomadas desde un centro alternativo de IBM.